domingo, 6 de septiembre de 2020

Por simple oficio





¿ Cuántos suspiros caben en un pecho?

¿ Qué cuota de humedad retestinada

se puede sepultar en el barbecho

solitario y frugal de mi almohada?


¿ Qué tristezas antiguas al acecho

se apostan en la insomne madrugada

tras las cuatro esquinitas de mi lecho

para darme una nueva puñalada?


En mi epidermis cárdena  no queda

ni un milímetro intacto en el que pueda

la existencia tatuarme su estropicio


Porque me quiere viva ...Es tal mi suerte

que a pellizcos pretende darme muerte

sin placer ni maldad, por simple oficio.



1 comentario:

  1. Creo que sabes que me encantan tus sonetos. Los leo, los comparto, aunque a veces me sienta algo tonto diciendo lo mismo: que me gustan muchísimo.
    El segundo serventecio me mató.
    Te abrazo Jordana.

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