miércoles, 10 de marzo de 2021

Cabroncete


 

Serie de espinelas escritas entre Marzo - Mayo del 2020, mientras estaba pasando la  enfermedad. 


Cabroncete 
Tosecita por aquí,

fiebriecilla por allá,

el virus, que lata da...
no se qué va a ser de mí...
En qué hora conocí
al bicho que sola anhela
tu mal, que raudo se cuela
dentro y contra ti arremete.
Bien merece el cabroncete
esta pésima espinela.


Artillería 

¿ Dedicarle una espinela

tras otra? ¿ Tanto merece
este virus , que se crece
y al mundo mantiene en vela?
Por más que escribir consuela...
todo sea por mentarlo
con rabia y hasta atacarlo
usando de artillería
palabras, hasta ese día
en que a toses derrotarlo.


Dientes, dientes!!! 

Es que hace falta valor
para versear de esto
tan inquietante , funesto
y que causa tanto horror.
Pero habrá que echarle humor,
si no, el alma te acongoja
y hasta el vientre se te afloja...
e igual el vernos sonrientes
jode al bicho, conque ! Dientes!!,
que diría La Pantoja.


Emoticono 

Mirado objetivamente,
es muy mono este bichito...
modelo para un bonito
emoticono aparente.
Lo malo es que te hinca el diente
con tal furia y tal tesón
que si le coge afición
a tu cuerpo desdichado
ya no se va de tu lado
hasta ser tu perdición.


Santa Semana 


De buena o de mala gana,
jodidos y resignados,
seguiremos confinados
en esta Santa Semana.
En la lucha ciudadana
no existen las vacaciones
y el virus de los cojones
solo nos deja hoy la opción
de ver por televisión
las antiguas procesiones.


Ciudadano del mundo 


¿ Es chino o americano
el virus? ¿ De dónde vino
este bicho tan dañino
que no deja un pulmón sano?
El se siente ciudadano
del mundo y le quiere dar
siete vueltas sin parar
en macabra correría,
sin sospechar que algún día
nos podremos vacunar.


Apego 


No sé por dónde me vino
este virus sin sentir,
lo socorrido es decir
que son cosas del destino.
Será que por el genuino
juego al albur del azar
a mi lado fue a pasar
y se quedó tan prendado
de mí, que ya de mi lado
no se quiere separar.


Evasión

Los versos , son lo que son...

¿ Quién piensa con su espinela

ripiosa sentar escuela?

No es esa mi pretensión.
Es una simple evasión
lo que aquí busco al versar,
por si al desdramatizar,
poniendo de humor un punto,
la gravedad de este asunto
puedo en algo suavizar.


Confinamiento 

Esto del confinamiento
no me coge de sorpresa,
vive siempre el alma presa
en el cuerpo, ruin convento.
Pero no hay tanto tormento
en ello , si en la clausura
prescindes de la impostura
del ego, y hallas el modo
de a tu verdad acomodo
encontrarle en tu estrechura.


Bala de plata


Con vocación de ser bala de plata
escribo una espinela decadente
por si sirviese su ritmo diferente
a adormecer al bicho que me mata.
O al menos que su extensa perorata,
aunque pudiese parecer vacío
e inútil ejercicio, yo confío
con que al virus distraiga y entretenga
su afán depredador, hasta que venga
a darle caña el más tórrido estío.


Desescalamiento


Esto del confinamiento,
¿de verdad que terminó?....
No soy muy segura yo...
lo digo como lo siento.
En la euforia del momento
triunfal de" desescalar"
me temo que sin pensar
se apelotone el gentío,
que el bicho recobre el brío
y otra vez vuelta a empezar .


Mi epílogo

No sé si " desescalar "
tan rápido nos conviene...
¿ Por que el gobierno lo ordene
el bicho se va a marchar?
No nos pueden obligar
a salir, pues si en la tos
se enroca ,arma la de Dios
y en ello nos va la vida...
Conque , yo, en casa metida
hasta el dos mil veintidós.

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