Como la nieve
fue la ilusión, cubrió todo el espacio
que abarcan tus ojos.
Apenas se perciben
las señales del frío,
que se afila las uñas escarchadas
y forma alrededor un halo de relente,
cuando se vive inmerso en un tiempo de alburas
y se apuesta
por jugar, por reír
y dar cancha a los sueños.
De aquellos esplendores
vinieron estos lodos.
Fue algo inevitable
el verse luego así, sin un respiro,
luchando por sacar tu esencia indemne
de las fauces del barro.
Como la nieve al Sol del mediodía,
un espejismo hermoso, pero efímero
resultó la ilusión...
Pero ella al fundirse
hizo correr la savia y dio vida a las flores
que hoy adornan las ramas del almendro.
Jordana, me gustaría contactar contigo para un tema poético de mi blog. ¿Me puedes enviar tu dirección de mail a lapalabraesmagica@gmail.com ? Un abrazo. Ricardo Fernández
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