Hoy todo alrededor se ha vuelto ruido.
¿Quién hallará, en medio de este cisma
de estertores, el rastro de un melisma
que le otorgue a su vida algún sentido?
Babel que nos aliena y ensimisma,
reniego de este mundo enloquecido,
y elijo disponer mi atento oído
a escuchar los adentros de mí misma.
Cada día que pasa me aquerencio
más y más a la plácida costumbre
de oírme palpitar en el silencio.
Cuando mi corazón se queda en calma
es cuando siento crepitar la lumbre
de la gozosa música del alma.
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