sábado, 2 de septiembre de 2023

Claudicación


 

Llueve.


Leo poemas.


Me pregunto

de qué diluvio íntimo,

saturado de sal y de orfandades,

nacieron estos versos melancólicos.


Se desliza la tarde suavemente

hacia ese momento inevitable

en el que todo tiende a hacerse laxitud

y hasta el latido parece que claudica .


Como mi corazón, la luz se rinde.


Llueve.

Leo poemas.

Me permito

dejarme derrotar por el goteo

de estas palabras, lluvia de aguasal,

que no fueron escritas para mí,

pero aun así golpean mi interior.


Y ocurre una vez más,

la comunión propicia felizmente el misterio:

siento cómo me sanan

al tiempo que me hieren.


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