Es triste ver pasar las estaciones
a través de un cristal descolorido,
febrero gris o mayo, tan florido,
casi igualan tras él sus sensaciones.
Pero a la vez, ahoga el estallido
sordo y violento de mis emociones
y exime de impostadas compasiones
mi aún altivo cuerpo dolorido.
Nadie dirá que no le puse empeño
a esto de vivir, desarbolada
estoy de tanto ir contracorriente...
No es extraño si algunas noches sueño
que nunca me despierto y, sosegada,
puedo al fin descansar eternamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario