Un niño
va a nacer, la madre tierra
se
conmueve al notar que su latido
suena a
la vez tan fuerte y desvalido
y el
ansia por la luz que dentro encierra
Un niño
nos nació, enternecido
parece
que el mundo entero entierra
los
ecos de las hachas de la guerra
para
embeberse oyendo su vagido.
Hace
bien en llorar, que poco dura
este
acaramelarse transitorio
de vida
y de quietud contra natura.
Pero se
existe solo en el instante
y toca
hoy rendirse al ilusorio
espejismo
de paz del tierno infante.
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