miércoles, 23 de septiembre de 2020

Talismanes de luz


Puedo decir que he visto
las pequeñas pisadas de los pájaros
escribir delicados jeroglíficos
sobre la nieve
y rebrotar furiosas,
desafiando las uñas aceradas del frío,
las flores del almendro

- unas setenta veces-

Y aun así cada instante
que vuelvo la mirada hacia otros años
solo consigo ver
rostros al despedirse.

Es una buena idea
hacer un relicario con las cosas hermosas
-sus risas, por ejemplo-
para llenar con ellas las estancias sin nadie
que dé los buenos días .

Talismanes de luz,
que, alimentados
de ilusión y esperanza, iluminen vacíos
y en la voz nos despierten el impulso insensato
de ponerse a cantar
en los tiempos oscuros.

Que nos hagan dormirnos
en los gélidos brazos de la última noche
respirando serenos.

Con el alma tranquila
y la dulce confianza de que el gozo vivido
fue tangible y perfecto .

Y es nuestro para siempre.

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