domingo, 8 de mayo de 2022

Ave Fénix


 

Son una nebulosa,

un aura sonrosada

anclada a la memoria quebradiza,

aquellas primaveras previsibles

que llegaban vestidas de promesas,

perfumadas de anís

y de insinuaciones.


Quisieras comprobar

palpando su textura,

si fue verdad la dicha que aún

en las noches sin sueño el corazón recuerda,

pero apenas la roza el pensamiento

tirita  y se deshace,

cubriendo de humedad desconsolada

el ya triste rincón que es tu presente.


¿ Dónde hallar

el ascua que evapore

los retazos de niebla que impiden a tus ojos

brillar

y concebir igual que antes

esperanzas utópicas?


En este tiempo herido

por la caducidad,

¿ a qué Dios compasivo he de pedirle

que le ordene al infierno que me obsequie

un amor que me inflame?


Solo cuando nos vencen las pasiones ocurre

que las pieles se incendian y las almas se abrasan.


Y una nueva ceniza

da vigor al sustrato soñador e invencible

que alimenta al espíritu.


Y la ilusión renace.

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