Hablando del amor, lo previsible
es dejarse llevar por un manido
arranque de lirismo, tan florido
que puede resultar hasta risible.
Y quién puede decir que no ha tenido,
hablando del amor, la irresistible
tentación del insulto más terrible,
recordando las veces que lo ha herido.
Hablemos del amor sin tintes rosas,
diciendo la verdad, que más amable
puede hacernos la vida en ocasiones.
Y en otras, con sus tácticas tortuosas,
les causa un sufrimiento insoportable
a nuestros insensatos corazones .
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