¿Dónde estás corazón? Y ¿ cómo ha sido
que te fuiste quedando tan pequeño
que apenas si te cabe ni un mal sueño
de aquellos que estimulan el latido?
Qué sofocó el impulso enardecido
que no desfallecía en el empeño
de sostener el pálpito risueño,
sin cansarse o quedarse adormecido.
Despierta corazón, vamos, despierta,
quiero sentir de nuevo la pujanza
que me hacía cantar agradecida.
Tiempo de sobra habrá para estar muerta,
deja de lado tu desesperanza,
que hasta el último instante, todo es vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario