Pues diremos que son estos calores...
El caso es que he notado cómo empieza
a desbarrarme un poco la cabeza
rememorando antiguos esplendores.
Se ha debido aflojar alguna pieza
que controle el rigor, con los sudores
y, aunque tema los raptos soñadores,
tenerla que apretar me da pereza...
Haré lo que me sé, fingirme cuerda
mientras fabulo, hasta que al verano
lo suceda un otoño de neblinas.
A quién le importa ahí si es que recuerda
o no quién diablos fue, cuando su mano
no diferencia pétalos de espinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario