sábado, 21 de agosto de 2021

Malabarismos



Me envenenó su olor.

Pude sentirlo

tan tentador, tan cálido ,

tan cerca...


Un rumor

de ilusiones modestas concebidas

en días sin relumbro

que se van disolviendo sobre el aire

como polvo dorado,

un tacto leve

- escalofrío estremeciendo el cuello-

de pañuelo de seda.


Una intuición, el soplo,

de una pluma al huir de entre tus dedos.

Una opresión,

la asfixia

de una paloma blanca acongojando

el bolsillo interior de  una chaqueta.


Sin flores y sin lluvia,

sin sonrisas,

sin una huella

de ilusión en la piel...


¿ Dónde está el mes de Abril?


!Malabarismos!


Abril está en mis ojos.

En su mirada de color tristeza.

lunes, 16 de agosto de 2021

Obstinato


Discretamente nace

con rumor de alfaguara que promete

saciar toda mi sed

y redimirme

de pesar el latido.


Siempre en mi voz su cosquilleo urgente,

siempre rumiando su emoción vibrante.


Siempre es aquí,

siempre es ahora,

siempre

es gozar la certeza que me avisa

de que solo poseo el bien incierto

de este tiempo presente y su penuria

y tengo que exprimirlo

hasta agotarlo,

siempre

siento bullir bajo mi carne austera

su lúdico consuelo.


Siempre,

si el Sol luce o diluvia,

a su compás acoplo el semblante del día

y permito que su runrún vital

guíe mi sangre.


Siempre,

alborozada o triste,

dentro del corazón siento, obstinada,

una entrañable música que suena.

 

La Noche del Aullido


 

Hay lobos

de colmillos tan ávidos que fulgen

hasta en noches sin Luna.


Seguramente

ese presagio íntimo

de siempre ha estado ahí,

dolor sin dueño,

hambriento ojeador de cualquier rastro

de duda en las sonrisas.


Y luego está la ayuda imprescindible

de la fatalidad,

tenía que pasar y antes que tarde

al fin sucede.


Llega

sin ningún preaviso  lo sombrío.


Como una enfermedad de podredumbre

va derramándose, insano, hasta cambiar

el gesto las cosas,

hasta volver

el aire tan mezquino que es lo mismo

tenerlo o no tenerlo en la angostura

inhóspita del pecho.


Ya sabes que quisiera

ser la que llega en los atardeceres

trayendo en la mirada un fulgor nuevo

por si la noche acaso

es áspera y oscura,

pero es que ya no sé dónde buscar

un gorjeo de pájaros que no suene a lamento,

ni sé cómo inventar más partituras

de júbilos fingidos.


Si pudiera

destilar de mi voz las suavidades

para endulzar con ellas

de temores nocturnos

hasta que llegue el alba...


Pero mucho me temo

que tendremos que irnos habituando

a soportar estoicos

la Noche del Aullido.


Que se promete una feroz liturgia 

de indefensión y sangre

terriblemente intensa.


Y eternamente larga.


Juego imprudente

¿ Por qué será el amor, sin excepciones,

en cualquier ocasión tan alocado?

¿Por qué emparejará con desenfado

un par de tan dispares corazones?


Así, el entendimiento está abocado

la mayor parte de las ocasiones

a ser un cuerpo a cuerpo de pasiones

del que ninguno sale bien parado.


Pero sería algo fantasioso

imaginar que cabe la mesura

en el lance vital de lo amoroso.


Toca seguirle el imprudente juego

y disfrutarlo a fondo mientras dura.

Para llorar, tiempo de sobra hay  luego...


miércoles, 11 de agosto de 2021

Pálpito oscuro



Como existe la luz, también existe

una especie de hostil materia oscura

medrando en mi interior, que me reviste

el pálpito de un halo de grisura.


Esa severidad de sepultura,

qué corazón tan bravo la resiste

sin rendirse y mostrar la quebradura

de un latido infinitamente triste.


¿A dónde iré a buscar algún motivo

que lo haga proseguir día tras día,

simulando que sigue estando vivo?


Acaso lo lógico más sería

mostrar mi rostro más caritativo

no prolongando en vano su agonía.


domingo, 8 de agosto de 2021

Rodante manicomio


 

La mudez,

esa debiera  ser ahora  la virtud

digna de una bienaventuranza.


El ruido se ha adueñado

de las ondas del éter.


Los que hacen proclamas

de lemas inmortales

que nacen ya corruptos.


Los que a voces pregonan

las muchas excelencias del mercado,

que siempre a los de siempre  da dinero.


Los que se desgañitan

intentando lograr su minuto de gloria.

Los que se publicitan, mostrando sus carencias

para engordar su ego.


Los que venden sus trápalas de humo...


Los que escupen su odio,

los que aclaman las glorias

de sus dioses de barro,

los que espantan sus miedos.


Todos gritan,

en un campeonato demencial 

para ver quién consigue captar  más  atención

 de una turba  de sordos.


Y en medio yo, aturdida,

 tratando de enunciar de manera discreta

mis humildes verdades.


A viva voz o en verso

ya no sé qué más puedo añadir

que en esta confusión

arroje algo de luz.


Todo es inútil

No hay nadie que se entienda

con este griterío.


Al fin y al cabo

mientras que el mundo gire, es lo esperable

que cada loco siga con su tema...


Y así andamos,

a vueltas, distraídos 

con los mantras de siempre,

bien revueltos...


Y juntos,

disfrutando

de la vida, que existe

porque al estruendo paga su tributo,

en este irredimible,

rodante manicomio.


La mudez es ahora

la virtud de los cuerdos.


viernes, 6 de agosto de 2021

Lo cardinal





No culpes al destino,

no hay estrellas maléficas, capaces

de decidir tu suerte.


Te bastas y te sobras

para trazar la ruta cardinal

en que habrás de perderte

y para ir sembrando de espinas los senderos

por los que a diario arrastras

tus pies desorientados.


Perseguir la entelequia

del abrazo amigable

y hacer de una sonrisa el fulgor de tu Norte

ya es suficiente estigma.


Es esperar...


Es esperar,

amor,

más que otra cosa,

un milagro que llegue a encaminarnos

por rumbos placenteros.


Es esperar,

el vicio

de mantener en vilo y expectante

la tenue llama azul de la ilusión,

lo que nos martiriza y nos señala

la epidermis del alma con tantos cardenales

y nos hace vivir

tan desesperanzados.


La fe,

ese porfiado combustible,

no dura para siempre.


Mi corazón, que convertí en la hoguera

cada noche sin Luna,

ya no tiene más fuego

ni más fervor que dar,

y sin latido

agonizan sus brasas.


Pero pudiera ser...


Pudiera ser que aún,

si lo animase un soplo inspirador,

se recordase anhelo a la conquista

de no importa qué puntos cardinales.


Y que aun siendo ceniza consiguiera

recuperar el ímpetu del vuelo.



Paisajes al pastel


Hoy prefiero mirarme desde lejos

y con ojos ajenos.

Dibujarme

sentada bajo un sauce, ensimismada

escuchando el rumor de la caricia

del viento entre las ramas y el arrullo

de amor de las palomas

y viendo atardecer.


Y poco más...

tampoco

hay mucho más que tenga que contar

que merezca la pena.


Hablo de lo que sé

y de lo que conviene,

de las cosas sencillas

que son mi día a día y constituyen

la fuente de mi gozo.


A quién le importa

en qué pozos he ahogado mi dolor.


Escarbar en su abismo

es hacer que despierten los fantasmas

de los viejos recuerdos.


Esos que todavía

consiguen desplegar sobre tus ojos

un velo de humedades

y logran que los labios te rezumen

otra vez amargor.


Es mejor evadirse,

contemplar estos suaves paisajes al pastel

que a ratos nos regala la vida y difuminan

matices más oscuros.


Aferrarnos

a su plácida imagen que nos hace olvidar

la inevitable angustia que supura

la hora del adiós.

domingo, 1 de agosto de 2021

Abrazo extenuante


 

Me fatigas,

lo sabes.


Es cansado tener que perseguirte

por todos los rincones de mí misma

con el afán voraz de conseguir

exprimir, uno a uno,

todos mis sentimientos.


En cada uno vives,

en cada uno estallas,

en cada uno entregas, sin pudor, poesía,

la palabra desnuda

la que mejor define

lo que soy.


Lo que sueño.


Me consumes,

quisiera

poderme liberar de la querencia innata

de tu abrazo extenuante,

al menos mientras duermo.


Pero es que eres tú

o tener que enfrentar a solas mis temores.


Eres tú

o mis angustias.


Eres tú

o la verdad de mi fracaso.


Eres tú

o mi desdicha.


Eres tú o aprender

a tragarme mis gritos.


Eres tú

o existir

sin que el aire se entere.


Y morir poco a poco

como mueren los tristes.


Sin haberle encontrado

un sentido a la vida

y  rumiando amargores.


Eres tú

o aceptarme

derrotada anticipadamente.


Sucumbiendo, sin dar una batalla

al sepulcral abrazo del silencio.


domingo, 18 de julio de 2021

Labios sellados


 

Siempre

hay algo que decir,

quién no conserva

unos cuantos secretos ocultos en el fondo

 de  su almario,

que claman

por pregonarse a voces .


Las palabras rebullen en los labios

con rumor a granizo,

pues siendo en sí inocentes, nunca existe

ninguna inofensiva.


Siempre

hay algo que callar,

todos sabemos

de qué manera hieren las verdades.


Y también de qué modo

envenena la sangre, hasta acabar pudriéndose

dentro del corazón tanta prudencia...


Qué cadáver tan triste

el que hace su tránsito al olvido

envuelto en un sudario de silencios.



miércoles, 14 de julio de 2021

Desde la otra orilla


 

Nadie nos advirtió cuando nacimos

de este sino infausto de almas navegantes.


Condenadas a ir vagando eternamente

en busca de una playa con ocasos de ensueño

poblados de gaviotas

y a la que la fortuna traiga con la marea

alguna otra alma solitaria.


Lo malo no es vivir

de naufragio en naufragio

y llevando los restos de la sal

aguándonos los ojos.


Lo triste es  encontrarnos - por enésima vez-

varados en la arena y descubrir

que nuevamente estamos

lo mismo que el principio


Solos,

siempre,

mirando,

con la pupila ingenua,

hacia la otra orilla.

sábado, 26 de junio de 2021

Los tules del silencio




 

Nunca llegué a decir

aquello que pugnaba por decirse,

temía no encontrar

las palabras precisas

y que se me desbordasen por la voz

todos los sentimientos.


Pero a ti y a mí

jamás nos resultaron necesarias

largas conversaciones filosóficas

ni pláticas intensas


Sabíamos

poner en resonancia el corazón,

tocarnos con los ojos

y entendernos.


Solo que aquella vez

dolía,

tanto,

tanto

el diálogo visual  ...


Quemaba como un fuego

de dimensiones cósmicas la íntima certeza

de que aquel adiós

era el definitivo.


Media vida

le hubiese ofrecido yo al diablo

porque fuese tan solo un “hasta luego”.


*****

El brillo en las miradas

era pura elocuencia

y húmeda caricia,

hablaba de un amor inabarcable,

de esos que no logran limitar

el espacio ni el tiempo.


Tú y yo,

entristecidos,

callábamos, sin más...


Mientras un aire cómplice y ardiente,

temblaba y procuraba dejarnos respirar

sin ser inoportuno.


Sin profanar, tampoco él, los tules

piadosos del silencio.

En el Mundo de Yupi


 

Vivir

con los ojos abiertos

es arriesgarse a caminar al borde

de lo sensato.


¿ Hay alguien que desee

andar desayunándose, junto al café con leche

y sus dos magdalenas,

una doble ración de desastres ajenos

y de miserias propias?


Colorear imágenes

es parte del instinto natural

de ser superviviente.


Y se vive tan bien

-quieras o no-

en El Mundo de Yupi...


Lo mejor es comprarse

unas gafas oscuras y unos cascos

para escuchar tu playlist favorita

de música chill out.


Para nada le sirve

el contemplar cadáveres

o el escuchar graznidos a lo lejos

al que deber seguir -quiera o no quiera-

andando por la vida.


Consumiendo se endeble provisión de ilusiones

por todos sus desiertos.


sábado, 19 de junio de 2021

Aura roja


 

Se está tan bien así, ensimismada

en un mundo tan íntimo y tan tuyo,

construyendo en silencio este capullo

de seda en que me siento acorazada.


Puedo escuchar en él la casi alada

melodía interior y hacer su arrullo

la válvula de escape con que huyo

del miedo que me tiene atenazada.


No sé si habrá un camino de regreso

hacia una realidad, que se me antoja

a diario hostilidad omnipresente.


Y ¿qué puede importarme ahora eso...?,

Tiempo habrá de angustiarme con la roja,

aura de luz  sangrante del Poniente.

Regalos nos da la vida (Reconciliaciones)


 

Oler la flor. Diseccionar su aroma

hasta desentrañar qué confidencia

le quiere hacer al éter cada esencia

que escapa de su mínima redoma.


Oír la brisa. Descifrar su idioma,

captando qué matiz de trascendencia

capaz de hacer tan suave la existencia,

guarda en su melodía policroma


Respirar. Empaparse lentamente

del aire, hasta sentir que nos recala

una paz infinita íntimamente.


Reconciliarse, al fin, agradecida

por cada nimio don que te regala,

con este enigma que llamamos vida.

El lastre de los ojos


 

Cómo escuece la ausencia

que llevamos oculta tras los párpados.


Es una silenciosa tempestad

dispuesta a desbordarse.


Si pudiéramos

quitarnos a puñados de los ojos

su pegajoso lastre , sin herirnos,

igual que nos quitamos las legañas...


Encontrar la manera de dejar de sentir

el modo en que su peso nos anubla

los días más radiantes,


Acaso así lográramos

mirar hacia el futuro

sin ninguna hipoteca en la mirada.


Ya solo quedaría deshacernos

de esa sensación de desamparo

y de fragilidad,

que congela el aliento

y entorpece los pasos del latido.


Y de tantas imágenes

de unos tiempos pasados , más felices,

que sabemos que ya no volverán...


Que al llegar la estación de las renuncias

son para un corazón desheredado,

aun siendo exiguo,

el único consuelo.


Pátina de oropel en la memoria,

de tacto quebradizo.