La señora rubia,
la niña del lazo azul en la cabeza, el señor del bigote, la anciana
con anteojos...
Qué extraña
fascinación parecían sentir todos los visitantes del zoo por aquel
hermoso animal , se diría que no pudiesen apartar los ojos de él,
como si quedasen hipnotizados ante el magnífico ejemplar de tigre
que ,desde el otro lado de la verja, parecía mirarlos a su vez,
clavando las inquietantes pupilas de color ámbar en cada uno de
ellos alternativamente
.- !Agggg...!!!
Se abrió su boca
en un inconfundible gesto de aburrimiento.
.-
“Definitivamente, el gordito de la gorra!...Ay...Si no fuese por
estos barrotes...”
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