Todo sucede dentro.
Desde siempre,
aunque tú no lo sepas, tus milagros
y tus devastaciones se gestan poco a poco
en las profundidades donde habita
tu verdad silenciada.
El mundo queda ahí, detrás del límite
sediento de la piel,
que separa del otro
y es a la vez la sólida muralla
que se apropia los golpes y es terreno
feraz para la herida.
El dolor, luego, va por otro lado
y cada cual gestiona
sus quebrantos y gozos como puede.
No hay nada seguro
sobre las perspectivas imperantes
en esas latitudes del espíritu.
Donde unos ven días de diluvios
y esperan arcoiris,
otros lloran a mares sin descanso
mientras niegan que existan las borrascas.
Solamente los lúcidos aceptan
que vivir es ser carne de derrota.
Y hasta, a veces, sonríen.
Hola Jordana, espero que estés bien.
ResponderEliminarVengo aquí a leerte, es un placer comprobar que sigues tan talentosa y buena poeta como siempre.
Un abrazo enorme.
Carmen
Hola, Carmen , qué sorpresa...no suelo mirar mucho aquí, la verdad, porque este blog no lo uso para divulgar mis poemas, sino más bien para irlos teniendo todos un poco recogidos, para ir ordenándolos. Pero bueno siempre es agradable encontrarte y ,ya ves, sigo escribiendo y resistiendo en la vida como mejor puedo,como todo el mundo, supongo, que no nos queda otra... Muchas gracias por pasar y cuídate mucho, guapa . Besos. Jordana
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