viernes, 7 de octubre de 2022

Cantar


 

Quién tuviera el decir risueño y claro

del agua, que discurre placentera

mientras besa despacio la ribera

y requiebra a los juncos sin reparo


O al menos ese lírico descaro

que derrocha la alondra mañanera

al celebrar la grata luz primera

con la que el Sol nos viene a dar su amparo.


El cantar más hermoso, nunca oído,

quisiera componer, como alabanza

a tantos dones que nos da la vida.


Pero el temblor escuálido y roído

que hoy es mi voz, apenas si me alcanza

para poder mostrame agradecida.

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