miércoles, 5 de octubre de 2022

Fruto compasivo


 

Quién pudiera volver, aunque fuese en un sueño

hasta el mundo de ayer, en el que aún podía

degustar ese fruto fugaz de la alegría

que solo está a tu alcance cuando eres pequeño.


Acaso es que no puse el suficiente empeño

en levantar un muro donde su lozanía

se mantuviese a salvo de la cortante y fría

vaharada que trae tanto viento norteño.


Porque la vida pasa y no encuentras manera

de engañar al infierno para hacer con su alianza

que ubérrima y eterna sea la primavera.


Nos quedan los recuerdos, el dulce lenitivo

capaz de hacer que vaya granando la añoranza,

que es en los otoños el fruto compasivo.

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