Seguir , hay
que seguir,
eso es
seguro...
Vivir,
como montar en bicicleta,
es solo
un ejercicio
de
equilibrio y tesón,
que
,siguiendo las leyes de la inercia ,te obliga
a ir
pedaleando sin parar,
mirando
hacia adelante,
si no
quieres caerte.
Pero lo
cierto es
que
,ahora que creo
que he
atravesado ya todas las estaciones
y me
conozco todos los paisajes,
no sé
ni dónde estoy...
Y
cuanto más camino
me
encuentro más perdida...
No sé
hacia dónde voy
no hay ninguna senda
pautada,
que
resulte algo confiable
y digna
de que puedan nuestros pasos
seguirla
sin cautelas.
Solo sé
que mañana sumaré
un
puñado de flores de artemisa o lavanda
al
muestrario de olores
de mi
atestada caja de latón.
Otras
cuantas canicas de cristal,
una
canción, un gesto,
alguna
nueva imagen...
Otro
bocado de realidad
que
andar regurgitando sin clemencia
en las
noches insomnes
que
acaban siendo carne de añoranza.
Solo sé
que mañana ignoraré
también
un poco más
de las
piedras, los versos, las sonrisas
que no
vi,
que
quedaron arrumbados
entre
bruma y olvido en la cuneta.
Solo sé
que no quiero
vivir
para seguir coleccionando
postales
de mi misma en un absurdo viaje
en que
al final acabas construyéndote
una
iconografía a tu medida,
patética
e irreal,
que te
hace ser quien eres
y no te
deja ser la que quisieras
Solo sé
que no quiero
vivir
para contarlo.
Solo
quiero vivir para vivir.
Vivir
para gozarlo
Solo
quiero sentarme...
Sentarme
y descansar .
Y ver
cómo devora el horizonte
lenta y
serenamente
los
últimos destellos de esplendor de la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario