Mi pobre corazón,llega otro día
en el que ver creciendo en mi ventana
la luz sin estrenar de la mañana
como una invitación a la alegría.
Hoy ,si fue por mí, preferiría
no enfrentarme a la lucha cotidiana,
para latir, venciendo mi desgana ,
ni sé dónde obtienes tú energía.
Debe ser que no tienes más remedio
que intentar sacar fuerza de flaquezas ,
disimulando el paso renqueante.
Toca huir como sea del asedio
de tantos desengaños y tristezas
llevando la sonrisa por delante.
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