domingo, 30 de agosto de 2020

Tragicomedia homérica


Qué dichoso fue Homero

que escribió la epopeya que debió, por la fuerza,

vivir y sufrir otro.


Hay días que amanecen para nada...


Para volver de nuevo a la rutina

del paso sobre el paso,

de la senda trillada por la senda,

que nunca nos conduce

a la felicidad.


Para enristrar con tedio sobre sus coyunturas

largas horas vacías de sentido,

en que insistir en la liturgia infame

de la sonrisa hueca que maquilla

el gesto de cansancio ,

el rictus de dolor.


Hay tardes de crepúsculos sin magia

que ni siquiera son un grito cárdeno,

con que clamar, pidiendo al cielo cuentas

de su indefinición.


Hay noches infinitas

que parece que quieren hacer gala

de un firmamento austero,

ferozmente enlutado ,

en el que están de huelga las estrellas

y la Luna se niega tercamente

a prestarnos su luz para soñar,


Hay semanas, hay meses...


...hay años, hay decenios

que pasan sin dejar

muescas que necesiten redención

sobre tu alma oscura ,

apenas se concretan en un brillo

de tristeza animal,

desencantado,

celando la mirada y dejando en la boca

un poso de amargor.


Hay siglos que no estamos para más

hazañas que las justas.


Y es entonces,

cabalmente es entonces,

cuando la vida exige con apremio

que el corazón se infecte con la larva

de la codicia por llegar a ser

el dueño de un latido capaz de imaginarse

canción incorruptible.


Que luego la glosemos,

tal cual,

tragicomedia,

que escribamos a pulso, ignorando la náusea,

con nuestro propio vómito si es que fuera preciso,

nuestra particular,

absurda,

resignada,

patética odisea.


El paso tras el paso,

sobre el polvo se imprimen las rutas del olvido.


Esas predestinadas

a seguir por caminos circulares

tras las huellas confusas que conducen a Ítaca.


Sabiendo a ciencia cierta

que ese lugar no existe


Y que , además, no importa...


...pues , de estar en los mapas de los rumbos vitales

tú nunca has de llegar.


Te habrás de conformar con  que tus versos

intenten dar por ti gozoso testimonio

de que un día pudiste

llegarla a imaginar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario