Quédate tú las perlas que atesora
la corona, que mueve a los honores,
que yo prefiero aquellas que la aurora
deposita en el cáliz de las flores.
Aunque llego a sentir que me enamora
la sugestiva voz de los tenores ,
en mi vida la banda más sonora
la pone el canto de los ruiseñores.
Y no es que reniegue de los brillos
o que aborrezca el lujo y la riqueza
que nos hacen la horas más amables
Pero elijo los goces más sencillos
que nos regala la naturaleza
y el corazón presiente irremplazables
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