No sabes de qué modo perturbas mi existencia.
pues desde el mismo instante en que te conocí
paso el día y la noche viviendo con frecuencia ,
como fuera de mí.
Para mi alma en vilo es una penitencia
sentir como levita presa del frenesí,
pajarillo que en éxtasis, celebra la presencia
de una fruta rubí.
¿ Qué va a ser ahora del pobre colibrí,
que muere por el néctar que ansía con urgencia
su lengua bísturí?
¿ Y qué te cuesta a ti
ofrecerle en tu pecho la cálida querencia
y darle de tu boca la flor azucarí.?
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