Somos el tiempo que nos queda ( M Caballero Bonald)
Los años, lo sabemos,
no pasan nunca en balde,
y más pronto que tarde se cobran su factura
en duelos y en quebrantos,
en derrotas, en lagrimas, en pérdidas...
Pero debe haber
un punto de verdad
en aquello que siempre nos dijeron
y hay días para todo...
Para vivir sumido en la liturgia
feroz de las rutinas,
para inventarse un canto que sosiegue
el runrún de la rabia,
para abjurar del mundo
por sernos tan adverso,
para culpar a dios de abandonarnos
en medio de este valle de miserias...
Para reír con ganas ,
para llorar y para resignarse,
para olvidar,
para enfangarse a fondo
en el marasmo de la melancolía...
Para volver de nuevo
a engañarse y creer que por algo será
tanto amor a la vida ,
tanta fe que derrocha
la sangre apasionada que corre por tus venas
Hoy he amanecido
predispuesta a dejarme embaucar por el lábil
hechizo del cantar de las sirenas
y a buscar ese rumbo ,
que a la utópica isla donde todo parece
todavía posible,
nos dirige de vuelta.
Hoy quisiera traer brotando de mis dedos
caricias como flores,
ansiosas y encantadas
de poder entregar con arrebato
uno a uno sus pétalos
al rito de anunciar la primavera.
Que en mis labios bullesen
más besos que puñales
y que aún pudieran leerse en mi mirada
más versos que tristezas.
Ser de nuevo la niña
que contemplaba absorta consumirse en el cielo
las estrellas fugaces
y soplaba las flores del diente de león
soñando que , con un poco de suerte,
al fin alcanzarían
a materializarse sus quimeras.
En entregarme al éxtasis
feliz y elemental de respirar el aire,
En seguir existiendo,lo mismo que cualquiera,
por pura obstinación.
¿Y que otra opción tenemos,
pobres seres efímeros y absurdos,
que seguir malgastando alegremente
el poco o mucho tiempo precioso que nos queda?
No hay comentarios:
Publicar un comentario