que le asignó la suerte, me figuro
que lo ha vivido ya y lo seguro
es que mire de frente el caminante.
El recuerdo de ayer, tan deslumbrante
apenas si le sirve de conjuro
para ahuyentar las sombras del futuro
incierto que vislumbra por delante.
La vida por detrás, y aun así debe
andar sin detenerse, así la rosa
o la espina tapicen el camino.
Unidas formarán el polvo leve
que levante la estela temblorosa,
testigo de su paso peregrino.
Son tristes las imágenes que proyectan los versos de este hermoso soneto, tristes, pero tan acertadas porque así es la vida y al final solo dejamos eso, apenas un leve estela.
ResponderEliminarMi admiración y respeto para ti, aprendí a amar tus sonetos.
Abrazo con cariño.
P.D. ojala pronto Morgana vuelva abrir ultraversal.
Muchas gracia por tus palabras , Eugenia, sabes que el afecto es recíproco. Y perdona que no te haya contestado antes, pero es que no me percaté que había un comentario, al blog no suele entrar nadie, apenas es el lugar que utilizo para ir ordenando lo que escribo. Por Ultra nos leemos, que ya está abierto. Besos
ResponderEliminar