miércoles, 24 de mayo de 2017

¿ Y qué?


Ya ni siquiera siento
que la desdicha pese o que revista
de indefensión al aire .

Es solo esta indolencia,
este impasse que respiro y se convierte
en intensa desgana de mí misma.

¿ Y qué si ahora
me da por estrenar los lagrimales
por despojarme un rato
del gesto de estoicismo ,
por  avenarme a fondo
de mi desesperanza y de mis miedos.

Y qué si fluyo a cántaros
amargor y blanduras
capaces de agostar constelaciones
y de preñar el hombro que se presta
de un jugoso rumor con gusto mandarinas.

Y qué si me desnudo de pudores
y me dejo sentir lo que me debo
mujer en carne viva
cansada de tener que simular
que el roce de la vida no la hiere.

Y qué si en esta noche inusitada
me da por desvelar fragilidades.

Mañana ya habrá tiempo de volver
al terrible redil de los que sufren
sus penas en secreto

De los que se atrincheran
en silencios graníticos y logran
sepultar bajo el peso de su losa
al frío e insensible corazón.


















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