Cuando
el mundo se muestra, en un alarde ,
enajenada
hoguera de escarlata
te
puede parecer que se dilata
sobre
el regazo amable de la tarde,
Puedes
considerar que, en una grata
sensación
irreal, a veces arde
y
prende hasta en el pecho más cobarde
el
ansia de vivir y se arrebata.
Pero
siempre en el mismo torbellino
el
vórtice del tiempo se convierte
sin
pretenderlo en vértigo asesino
Cada
minuto igual al venidero,
inexorablemente
se nos vierte
la
vida por el mismo sumidero
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