Mirar por la ventana
es hoy todo un obsequio inesperado
para la vista , que no ha contemplado
claridad más sutil y meridiana.
Gozarlo no profana
su inefable blancor inmaculado
ni mancilla el encaje delicado
de su irrepetible filigrana.
Pero hay que darse prisa,
contra esa iniciática pureza
conspira el tiempo y rápido se agrisa.
Sea nieve o amor, espuma o rosa,
efímera es siempre la belleza
y eso la convierte en más valiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario