Mejor
que desandarse
sería desnacerse.
Regresar a un estado antes del tiempo
en el que el tiempo
no era juez,
ni testigo,
ni amenaza,
ni el respirar se nos volvía un daño.
Comprendo que me toca aquí y ahora
y que soy lo que soy, esta amalgama
de adicciones a afectos perniciosos,
y de restas que tanto me dolieron
una totalidad que a duras penas
si consigo que no se me desunza.
Es que hace ya tanto que la madre
que me parió parióme...
Lo sé porque lo dice un D.N.I.
y a ratos
así lo corroboran las rodillas
y es constante
el peso de un cansancio que no es físico
y no repara el sueño.
Lo sé, pero lo dudo
porque en mis huesos suenan como flautas
y en la piel me florecen
urgencias cada Mayo que huelen a alhelíes
y una potranca indómita en la sangre
galopa hacia quimera
hasta que se revienta o se le
paran
de la emoción los pulsos.
Lo sé, pero he adquirido
tal arte,
tal destreza,
tal descaro
en tapar los espejos que incomodan
con tules piadosos...
En ir tapiando fuentes,
en cegar cada pozo y cada aljibe
en beberme los charcos, si es preciso,
porque no me delaten .
!Total...!Si yo requiero
mi edad en el remanso que me brindan
tus ojos complacientes.
Tan jóvenes
y tan ciegos de amor
que año tras años mienten
y dicen convencidos
:DIECIOCHO.
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