domingo, 18 de junio de 2017

Desandarse


Mejor que desandarse

sería desnacerse. 


Regresar a un estado antes del tiempo 

en el que el tiempo 

no era juez, 

ni testigo,

ni amenaza, 

ni el respirar se nos volvía un daño. 


Comprendo que me toca aquí y ahora 

y que soy lo que soy, esta amalgama

de adicciones a afectos perniciosos,

y de restas que tanto me dolieron 

una totalidad que a duras penas

si consigo que no se me desunza.


Es que hace ya tanto que la madre 

que me parió parióme... 


Lo sé porque lo dice un D.N.I. 

y a ratos 

así lo corroboran las rodillas

y es constante 

el peso de un cansancio que no es físico 

y no repara el sueño.


Lo sé, pero lo dudo

porque en mis huesos suenan como flautas

y en la piel me florecen

urgencias cada Mayo que huelen a alhelíes

y una potranca indómita en la sangre 

galopa hacia quimera 

hasta que se revienta o se le

paran 

de la emoción los pulsos. 


Lo sé, pero he adquirido 

tal arte,

tal destreza, 

tal descaro 

en tapar los espejos que incomodan

con tules piadosos... 


En ir tapiando fuentes,

en cegar cada pozo y cada aljibe

en beberme los charcos, si es preciso,

porque no me delaten .


!Total...!Si yo requiero 

mi edad en el remanso que me brindan 

tus ojos complacientes.


Tan jóvenes 

y tan ciegos de amor 

que año tras años mienten 


 y dicen convencidos

 :DIECIOCHO. 

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