Ahora
está de moda aquello del encanto
que se
lleva por dentro y que no se retrata.
pero yo
nunca he visto que nadie se dé a cata.
Quien
más, quien menos guarda su enigma a cal y canto.
Nunca
estuve segura de si no será guata
el
paquete que luce el torero con tanto
orgullo
o si debajo de las sayas del santo
las
piernas son de palo y el pecho de hojalata.
Porque
vistos sin lupa todos somos dechados
y la
luz indirecta nos presta un diferente
destello
que hace menos cortante cada arista.
Son
mucho más fiables los guapos declarados
y si
tienen "encantos",que los muestren de frente
- y a mí mejor de cerca, que soy corta de vista-.
- y a mí mejor de cerca, que soy corta de vista-.
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