Como
me ves a veces me presiento
en
el helor sin fondo de tus ojos:
leño
seco plagado de gorgojos
que
al hastío le sirven de alimento.
Por
más que me desangre en vinos rojos
no
adviertes ya verdor en mi sarmiento.
La
vida es lo que tiene, el ornamento
nos
muda sin que sirvan anteojos
Como
tú me recuerdas me quisiera
recordar
, toda carne de membrillo
que
se macera en ron, dulce y rotunda.
Si
tal como me sueñas ,me atreviera
a
dibujarme apenas sobre el brillo
de
esta luz otoñal que hoy nos inunda...
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