martes, 15 de marzo de 2022

Como pájaro sin nido

Como pájaro sin nido,

desorientado, friolento,

así es cómo yo me siento,

desde el día en que te has ido.

Se me encoge, dolorido,

el corazón, se dijera

que no encuentra la manera

de palpitar y desmaya

si otro junto a él no ensaya

un pregón de primavera.


Un pregón de primavera

por el aire se insinúa

y es lo mismo que una púa

que la carne me lacera.

Porque por mucho que quiera

apostar por el olvido

y acelerar mi latido

celebrando la alegría,

solo tirito en la umbría

como un pájaro sin nido .

 

sábado, 12 de marzo de 2022

Lo indisimulado


 

Yo quisiera escribir, como antaño, del ave

que me despierta al alba, del dorado señuelo

del Sol en mi ventana, de la caricia suave

de la brisa risueña al revolver mi pelo .


Me aflige ser vocera del vaticinio grave

que adivino en los cárdenos indicios sobre un cielo

en el que reina el cuervo, en el que ya no cabe

más grisura acerada que invite al desconsuelo.


Y es que se confabulan

contra todas mis ansias de ensalzar la alegría

unos ecos agrestes que mi voz estrangulan.


Estruendo que destierra

la esperanza y obliga a que mi poesía

apenas disimule su llanto por la Tierra.

Brotes verdes

Vivimos en un tiempo desquiciado,

que obliga a que abracemos la costumbre

de existir masticando incertidumbre

y a aceptar que no hay nada asegurado.


La única certeza es que no hay hado

que traiga una verdad que nos alumbre

ni un cielo bienhechor que no deslumbre

con su luz de candil desenfocado.


Nos toca tantear oscuridades

confiando en la palabra, en que se enrede

la duda en su jaez de claridades.


Lograremos vencer toda acechanza

si seguimos creyendo que se puede

sembrar con verbos verdes la esperanza.

 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Lo perenne


 

Hablaba del otoño,

de hojas secas,

de pájaros que huyen

y de olores a humus presentidos.


Hablaba del otoño

con la voz agridulce con que suele

susurrar la nostalgia,

sentía cómo iba prosperando

la idea del otoño,

sus raíces silentes, gris urdimbre

de renuncias y pérdidas,

sobre mi piel.


Hablaba del otoño

hasta que de manera inopinada

me encontré transitando por las sendas

perennes del invierno.


No importa lo que diga el calendario


Ni lo que grite al aire

la savia tumultuosa e imprudente

que revienta los brotes del almendro.

jueves, 3 de marzo de 2022

El Séptimo Sello

 





Despierta de una vez, Humanidad,

a nuestras puertas llama ese jinete

sobre rojo corcel, que nos promete

miseria y mortandad.


Por el mundo campean sin piedad

el que impide que el plato se replete

y un último en reinar, que puso en brete

nuestra fragilidad.


¿Para cuándo los ángeles que llegan

y al tocar las trompetas que sosiegan

nos recuerdan hermanos?


O en su defecto, oscuros leviatanes

que en los abismos sean los guardianes

de esta horda le locos que somos los humanos.


Sanación

 


Regreso por sanar al vasto espacio

dentro de mí, recóndito y silente

donde todo el dolor, calladamente,

ha ido madurando muy despacio.


Yo sé que el llanto puede ser reacio

a brotar, pues un nudo transparente

se aferra a mi garganta, intransigente

con un pluvial anhelo que no sacio.


Todo es cuestión de cultivar paciencia

dándole tiempo al tiempo, que consigue

ordeñarle a la nube su aguacero.


Y al pecho, libre ya de su impotencia,

obliga a que en el aire desperdigue

tanto y tanto suspiro prisionero.

martes, 22 de febrero de 2022

13, Rúe del Percebe

 

Saber, querer, valer... y qué más da...

La cuestión es armarse de cinismo,

fardar de pulserita y patriotismo

con la pasta en Ginebra o Panamá.


Para ir despistando convendrá

que griten sin parar su catecismo

!Viva los bares!, !Fuera el comunismo!

a coro por la calle de Alcalá.


Hoy andan en un !Vete para allá

para ponerme yo! Será lo mismo

sartén o cazo... sobres y amiguismo,

que la famiglia para eso está.


Nuestra España es su herencia del franquismo

y su cueva habitual de Alí Babá.


!Puñales al poder! ! Qué idealismo!

Vaya tropa , Jesús... ! Así les va...!!

viernes, 18 de febrero de 2022

Limonchelo


 

Me resisto a rumiar melancolía

intentando exprimirles los dulzores

al poso que te queda de alegría

al decantar añejos sinsabores.


Con la visión que da la lejanía,

veo claro que no fueron mejores

tiempos pasados, ni se merecía

llorar a mares cierto mal de amores .


Por más que el aire sea hoy cortante

y la luz un fulgor agonizante,

no todo se reduce a la excelencia


Retarte a destilar un limonchelo

con el medio limón que te da el cielo,

de eso ha ido siempre la existencia.

miércoles, 16 de febrero de 2022

La realidad y el deseo




La realidad es terca.

Se apodera de tus ojos

al asalto y causa enojos

tener que verla de cerca.

Por más que con ella alterca

la ilusión, ese manido

cristal de rosa teñido,

la puta realidad

te enfrenta con tu verdad,

algo que siempre es jodido.


Algo que siempre es jodido

es reconocerte un ser

afanado por poder

tener y huir del olvido.

Y que nunca has conseguido

aproximarte siquiera

a la mágica vidriera

en que con un parpadeo

puedas volver tu deseo

realidad verdadera.


Realidad verdadera...

¿ Alguien sabe lo que es?

¿ Será cierto lo que ves

con tu miopía severa?

Al ir buscando tres pies

y  un par de colas  al gato,

un bonito autorretrato

haces, que destapará

al ser humano que va

huyendo de lo mediato.


Huyendo de lo mediato

a ningún lado se llega

y al final desasosiega

ejercicio tan ingrato.

Lo admites tras el rebato,

si es motivo de ansiedad

anhelar, es necedad...

Y abandonas cualquier sueño,

abrazando el triste empeño

de amar tu realidad.


sábado, 12 de febrero de 2022

Balance


Quiero creer y creo que no habrá sido en vano

todo tiempo invertido en mi peregrinaje

por el mundo, abonando en sudor el peaje,

y de nada deberle a la vida me ufano.


Puedo decir y digo que nada de lo humano

me ha resultado ajeno, que tras el personaje

que al que más y al que menos nos sirve de blindaje

he intentado ver siempre al hombre y al hermano.


Si compartí mi sal, mi pan y mi camisa

o si ofrecí mi techo para engañar al frío,

fue actuando en justicia, no obra meritoria .


Por las veces que abierta ofrecí mi sonrisa

para alegrar al triste, creo, ruego y confío

que haya quien, sonriendo, me guarde en su memoria.

jueves, 10 de febrero de 2022

Desorientación


 

Regresar ,

hoy te asalta ese impulso, regresar...


Seguir peregrinando

en pos de un horizonte que te huye

no resulta aventura apetecible.


Si pudiera...

darme la vuelta y encaminar mis pasos

hacia aquellos paisajes familiares

de cielos luminosos

y ribazos floridos...


Pero se ha hecho tarde...


Adviertes cómo el tiempo

castiga con idéntica inclemencia

a todo lo que existe,

los cielos se oscurecen,

las flores se deshojan

y los muros se hunden .


En la desesperanza y en el desencanto

se asientan los pilares

de tu mayor derrota.


Se apodera

de tu espacio vital el desconcierto,

hasta que en él arraiga la semilla

perturbadora de la incertidumbre

y el corazón te pide regresar.


Pero no existe un mapa

que te lleve derecha hacia aquel Sur

que era tu utopía

ni tienes una brújula

ni hay Estrella Polar

y hasta dudas incluso de que aún permanezca

en su lugar el Norte .


Regresar..., pero ¿cómo?



Regresar …, pero ¿ a dónde?

Código de barras

Negro e impar. Ni sueñes que el destino

guarde en su manga para ti otra bola,

aquí el que gana siempre es el casino,

sea con trampas o por carambola.


Dan ganas de correr, pero presiento

que nunca lograría poner millas

con la fatalidad, pues su talento

es adherirse a nuestras zapatillas.


Ved esa mosca, que quedó atrapada

en una tela a cuya dueña acecha

el pájaro que salta en la enramada

al que un chiquillo apunta con su flecha.


Todo lo vivo traae ya la fecha

de su caducidad estampillada.

lunes, 7 de febrero de 2022

Before the storm




Ya pasó

el tiempo del relámpago

y su cortejo de revelaciones.


Hoy, que sé lo que duele

la lucidez,

procuro

interponer los párpados

y aplicar la razón,

no quedar atrapada en la perplejidad

de los deslumbramientos,

esa adicción extraña

que acaba por volvernos seres mucho más tristes,

sumidos más y más en las tinieblas.


Los truenos,

si los hay,

no llegan hasta aquí,

alguna regalía tenía que tener

padecer de sordera.


Es esta calma sólida ,

envuelta de un silencio artificioso

que no consigue ahogar ciertos presagios,

lo que me desconcierta.


Están ahí,

lo sé,

están ahí,

gestándose

bajo la superficie de estas horas

falsamente domésticas.


Como los tiburones,

sensitivos

al olor de los miedos

y acechantes

de los mínimos gestos de los náufragos,

nos siguen las tormentas.

Búnker





Lo sientes en tu piel,

un calofrío,

aviso de catástrofe inminente


Cuando en el mismo aire

se gesta una emboscada,

no existe una manera de escapar

ni hay tampoco

búnker dónde esconderse.


Hasta la luz

enseña hoy sus garras afiladas

y muestra esa verdad

que te hiere los ojos.


La intemperie

existencial más bárbara se impone

como modo de vida.


Y tu osamenta

no resiste otro invierno


El mundo es un lugar inhabitable

en el que impera la ley del egoísmo

y tu nido una trampa

de soledad.


No espero

ni pido ya a los cielos un milagro.


Solo unos brazos tibios

dónde engañar el miedo.


viernes, 4 de febrero de 2022

Alienaciones



Me refugio en lo idílico, de raso

azul celeste pinto el gris que aploma

el horizonte y visto de paloma

al halcón montaraz si llega el caso.


Fuerzo destellos en mi vida roma

hasta que arde, veo siempre el vaso

casi colmado aunque luzca escaso

e incluso a la huesuda tomo a broma.


Si mi realidad no la depuro

tras un cristal rosado, es lo seguro

que habrá de ser motivo de incomodo.


Ayuda a transitar las estaciones

el ir coleccionando alienaciones.

La ceguera es un don, después de todo.

miércoles, 2 de febrero de 2022

La hora de la verdad


 

Ser feliz por decreto no me mola.

¿ Quién dicta que por mucho que la vida

a diario me putee sin medida

debo decir ! Qué guay! y hacer la ola?


Danzar alegre como perinola

no me apetece cuando estoy jodida,

aunque al mostrarme cariacontecida

sé que me arriesgo a quedarme sola.


Pues si eso ocurre, no me solivianto

hace ya mucho lo aprendí, cualquiera

está dispuesto para ir de bares.


Pero a la hora de enjugarte el llanto,

solo si una amistad es verdadera

pone su hombro y oye tus pesares.


martes, 1 de febrero de 2022

Cantando bajo el diluvio


Nadie sabe que existo. Ni siquiera

la paloma torcaz, que su alimento

de mi mano comió y hoy, volandera,

le muestra al aire su agradecimiento.


Las nomeolvides de la primavera

no florecen por mí, ni sopla un viento

propicio a que flamee la bandera

de mi sonrisa sin  comedimiento.


Qué venganza salobre,

aguasal sobre tierra maltratada,

es tentación de hacerse hoy mi llanto.


Pero por más que sobre

razón para lloverme, que anegada

muera la indiferencia ante mi canto.

Mala compañía


 

Esta también soy yo, la que persigo

por las aristas de la madrugada

fantasmas del ayer y hasta consigo

no salir totalmente ensangrentada.


La que busca en el fondo de su ombligo

cada pelusa que quedó olvidada

en tiempo de los godos y me obligo

a escribirle una oda entusiasmada.


La que sabe que tiene su enemigo

mayor dentro de sí y resignada

acepta ser el juez, el fiel testigo

y el reo de su error cada jornada.


La que debe vivir, me, mí conmigo,

siempre sola y tan mal acompañada.

Espejismo


 


Ni siquiera  confíes 

en lo que ven tus ojos.


Fragilidad,

impronta

de lo inefable que impone su presencia

en la estación del aire transparente.


Terneza que se clava

como astilla de vidrio en tu pupila.


Te duele ver la hierba

 a punto de quebrarse por  el peso

del caracol.


Descubre la verdad

el discurrir del tiempo, esa endeblez 

fue solo un espejismo.


Anida resiliencia

en cada humilde brizna que resiste

el sepulcral abrazo de la escarcha.

Insomnio


Pobres locos insomnes

los que tratan de huir de su pasado.


En tu peregrinar por los suburbios

del subconsciente en los tiempos muertos,

son sombra de tu sombra tus ausencias.


Los reflejos dorados

del recuerdo se vuelven más hermosos

cuanta más desventura en la añoranza

de su imagen ardiente nos prometen


Vano ejercicio de posibilismo

bucear en los pozos de hondura de la noche,

en busca de un fulgor al que exprimirle

alguna claridad que nos oriente.


Allí, donde a deshora abrazan su destino

las estrellas suicidas,

solo puedes hallar astillas lacerantes

de algún sueño estrellado.


Que nadie se lamente si el alba lo sorprende

con los ojos llorosos y el corazón reseco.


Con las manos vacías

y al alma ensangrentada.

miércoles, 26 de enero de 2022

El rastro de la luz


 

Acumular cansancios

es la norma en la vida.

¿Quién dirá que ha tenido

un camino de rosas

sin una sola espina aparejada?


O al menos que logró

saber a dónde iba...


A tientas,

siempre a tientas,

navegamos

buscando algún atisbo de verdad,

lanzando globos sonda,

interrogante tras interrogante,

en el mar infinito de las dudas.


Lo que más cuesta es

asumir tu derrota,

la certeza

de que el ojo del lúcido persigue inútilmente

el rastro de la luz

y solo la adivina

a través de la llaga que le causa

atisbar entre sombras.


Luego llega la sal sobre la herida.


Admitir que jamás habrás respuestas.


Lo que es insufrible

es tener que seguir sobreviviendo

a tu fe

y a tus ganas

de desafiar a un cielo imperturbable

ametrallándolo con tus imprecaciones.


Congeladas

perecen en tu lengua las preguntas,


Un paso más allá,

si aún que te queda aliento,

está el lugar en el que algunos cuentan

que ocurren los milagros.


Que amanezca algún día

y sientas que no importe si eres o si existes

porque ha salido el Sol

y brilla para ti.


Y todavía aflore,

armisticio en tus labios, la sonrisa.

martes, 25 de enero de 2022

Gato doméstico


 

Sin zozobra, enroscado

como un gato doméstico

en su espacio seguro de confort,

alienado,

dormita.


Un destello fugaz

despierta su interés.


Se despereza,

observa distraído

la opalina hebra que sobre la pared

ha ido devanando

el caracol.


Quizás

valga la pena

dedicarle un instante a las lucubraciones

sobre el significado cabalístico

del fulgor .


Pero avanza

la frontera de sombras

que marcan en las tapias los crepúsculos

y enmudecen las insinuaciones.


Le toca al pensamiento

volver a aletargarse.


Y aceptar que la luz

es una circunstancia que, en su intento

de imponerse como una obligación,

resulta casi incómoda...


Que sumida en un reino de tinieblas

encuentra paz la mente.


.