Sin
orden ni concierto, sin hartura,
sin
más,sin ton ni son.
En una
inspiración de calentura,
sin
premeditación.
Sin
rastro de mentira o de impostura,
sin
trampa ni cartón.
Sin
poder evitar la sangradura,
de todo
corazón.
Hablo
en ellos del peso existencial,
del
hombre, lo que sé...., lo que no entiendo...
...lo
sobrenatural.
Porque
del escribir
sonetos
a granel, he terminado haciendo
la
forma más auténtica que tengo de vivir.
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