miércoles, 28 de junio de 2017

Misas negras


Suplico a Dios que manen mis pezones
leche y anís y que mi vientre sea
tierra de vino y pan, que ama y procrea
como suelen pedir tus oraciones.

Al diablo ruego en negras procesiones
las cenizas que queden de la tea
después que aderezados con su brea
ardan en uno nuestros corazones.

Porque lo mismo dan infierno o cielo,
cualquier eternidad tiene sentido
si se comparte con el ser amado.

Cena en la gloria, almuerzo sobre el suelo...
Nadie le quita al cuerpo lo vivido
Y al alma...! Qué le quiten lo soñado!

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