Un
ruiseñor a veces
es
un arma letal, tan cristalina…
Acaso
si ese pájaro
no
se esmerase en despedir la tarde
con
trinos puntiagudos
exasperantemente
exasperados,
acaso
si la luz no se empeñase
en
derramar sus lágrimas de azogue,
yo
no fuera celosamente lúcida,
consciente de mi herida.
consciente de mi herida.
Si quisiesen
los
rumores quedarse entretenidos
tatuando
unas palabras indelebles
de
amor sobre los pétalos,
si
accedieran
a
enmudecer la piel y los aromas ,
si
no fuese temblor y transparencia
lo
que flota en el aire, no sabría
de
mi fragilidad.
Anochecer
de Agosto , presentido
desmayo
de la dicha,
declinar
taciturno de un verano
que
nunca más regresa
Debajo
de los sauces
es
un sitio tan bueno como otro
para
mascar tus odios y tus miedos
e
inmolarte,
-
navajas no te faltan-
el
alma lentamente en harakiri.
Para
soñar que puedes
después,
con voluntad resucitar.
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