Sé que
no durará eternamente
este
tiempo que tanto descoyunta
las
cuadernas del alma y que consunta
la deja
de energía combatiente
Quién
fuera bella y pálida durmiente,
la
zombi sin pasión , casi difunta
que
nunca ve caer chuzos de punta
y si
los ve, apenas si los siente.
Que
está por agotar su penitencia
la vida
en mí presumo, pues lo amargo
de mi
jugo no calma su apetencia
Sé que
no durará y sin embargo,
cuando
el dolor se vuelve omnipresencia,
un
minuto se puede hacer tan largo...
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