sábado, 9 de septiembre de 2017

Habas contadas


Que no se nos desplome sobre nuestras cabezas
este cielo plomizo, desbordado
por quejas y lamentos ,que bien poco le incumben.

Que continúe el Sol
regalando a diario su ración de optimismo.

Que se esmeren los chopos
en tejer su cobijo de sombra protectora
por si acaso se excede .

Que sus ramas consigan hacer más melancólica
la esencia de la música.

Que la escuche el oído.

Que se avenga
a latir a su ritmo vital el corazón.

Como habas contadas,
son pocos los prodigios que nos brinda la vida
y muchos los pesares que todos, de quererlo,
podríamos contar.

El único milagro
es esta resiliencia que tiene la sonrisa.

Ese fulgor que ahuyenta con su porfía el cerco
asfixiante y taimado de la desesperanza.


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