Pobre
saco de pulgas y congojas
que
algunos llaman cuerpo y yo proclamo
contradicción
andante y sin un gramo
de
sensatez , bolsón de paradojas.
No hay
un hueso que no padezca un duelo,
ni un
pedazo de piel sin rozadura,
ni un
día sin su cuota de amargura,
ni
noche que no sepa del desvelo.
Pero
aun así, a veces,
todavía
rebusca por lo angosto
y
destila ebriedad poética con creces.
Y
alegre os convida
a
llenar vuestras copas con su mosto
y
brindar por la hermosa fiereza de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario