La luz
es lo que tiene...
se
empecina
en
continuar llamando a voz en grito
en
todas las ventanas,
poco
importa si tú
pretendiste
cerrar a cal y canto
en un
intento inútil
de que
el mundo se olvide
de
ti...
Y de
olvidarlo.
Se ve
que no hay remedio...
que te
toca otra vez abrir los ojos,
armarte
de valor
y
enfrentarte de nuevo a la existencia.
Al
deber de vivir ,
que
acaba siendo
un
dolor en el cuerpo, terco y omnipresente,
una
agonía
insufrible
en el alma.
Si
hasta el día de hoy
no hay
quien pueda decir que ha sido fácil,
puedes
tener por cierto
que de
aquí en adelante no ha de estar el camino
tapizado
de rosas sin espinas.
Pero
los pies no saben
sino
seguir andando por inercia.
Y
continuar latiendo a la deriva
del
maremoto de sus emociones
es lo
único que puede
hacer
el corazón.
E
intentar aferrarse
a ese
par de ilusiones resilientes
que aún
siguen a flote
y
esperar
a que
llegue la noche ,tan prolífica
de
silencios balsámicos
que
son
una
tregua en mitad de esta batalla.
El
único momento de reposo
en el
que hacer recuento
de
ganancias y pérdidas .
No diré
que he vencido,
pero al
menos no estoy
mucho
más triste y desesperanzada
que
ayer...
Dejar
la mente en blanco,
que
llegue al fin el sueño
y no
traiga con él su desasosegante
cohorte
de fantasmas
es todo
lo que pido .
Y si
pudiera ser
que no
venga la luz a despertarme
puntualmente
mañana.