lunes, 31 de agosto de 2015

Alivianarse



Hoy no quiero escribir, pero me pesa
algo dentro del pecho tanto, tanto...
que ,de negarme a hacerlo, sé que  el llanto
acabará rompiendo su represa.

Tapias el sentimiento a cal y canto
y te florece el verbo por sorpresa ...
Dudo si  la palabra saldrá ilesa
cuando la dictan   pena y desencanto.

Que mi verso brotara trasparente
y liviano quisiera , y de una pura
sonoridad que evoque mi latido

Que enamore a la brisa y me lo aviente
hacia aquello parajes  en la altura
donde todo pesar se vuelve olvido.

El poeta


Un embrujo de fuego, un puro hechizo
de los sentidos, una alegoria
con que ilustrar la ardiente fantasía
de un creador festivo y primerizo.

Una voz que recrea la armonía
con que suspira un enamoradizo
 cielo añil   y a su ritmo pegadizo
 las palabras convierte en melodía.

El don divino de sembrar la huella 
del verbo que se escancia en un derroche
de amor sobre una tierra atormentada  .  

El modo de imitar  a aquella  estrella
que regala fulgor   sobre la noche
para fundirse al alba con la nada.

Aunque todos sabemos que  allí sigue ,
feliz sombra abstraída tras la luz que  persigue.