domingo, 13 de octubre de 2024

Hasta que quiera Dios




Pues va a ser que me he muerto, eso se dice...

y que estoy ya más tiesa que un arenque.

Por más que siempre he sido un poco enclenque,

que escriba este poema lo desdice.


Será que no me ven que realice

ningún acto social, ni que el palenque

frecuente como antes, ni que apenque

con cualquier convención que me esclavice...


Aunque el tiempo en mi contra se conjura,

según creo, estoy viva y coleando,

conque no acicaléis mi sepultura.


Hasta que quiera Dios - a saber cuando-

pretendo dar la lata hasta la hartura

a base de explayarme verseando.


Supervivencia


 

Días de soledad, llenos de tedio,

rosario impenitente de las horas

donde llegan puntualmente al asedio

imágenes que son devastadoras.


Miradas, gestos, risas, que atesoras

como lo más valioso de tu predio,

sombras vagas de ayer, que tanto añoras,

son tristeza presente sin remedio,


No es que duela el dolor, es que la vida

acaba convirtiendo en una herida

cada instante feliz, que hoy es ausencia.


Y, aunque a fuego de amor quedó tatuado,

preferible es fingir que se ha olvidado,

por puro instinto de supervivencia.