sábado, 22 de enero de 2022

Caleidoscópica




                   Un cisne azul de vidrio de Murano,

un juego de té chino,

una caja de música sin cuerda,

una boa de plumas, seis postales

que nunca se mandaron

un candelabro de cristal de roca...


...un abanico, que apenas si se acuerda

de su lenguaje críptico,

cuatro naipes marcados

un puñal,

que conserva todavía

el olor de la sangre y la ambición

por sentir otra vez su tacto tibio,

 una faja ortopédica...


Todo junto y revuelto

metido en una caja de embalaje

sin que a nadie jamás

se le haya ocurrido tomarse la molestia

de etiquetarlo:

" FRÁGIL".


Peripecias ,

las justas,

hasta llegar a hacer  este abundante acopio

de prudencia, saber y cicatrices...


Lo normal en un viaje sin cuaderno de ruta

y escaleras abajo.


Ya hasta la luz me duele.


Llega,

quizás para salvarme,

y al lamer mis heridas me descubre,

un universo lúdico, feliz, caleidoscópico,

mil mágicos encajes de alegre colorido,

tejidos con candor recalcitrante


Todo es cuestión de fe

y de temeridad.


De cerrar bien los ojos

y arriesgándose

a quedar a merced de la sorpresa

mirar dentro.

miércoles, 19 de enero de 2022

Góspels



Los posos del café

únicamente son unos residuos mudos,

además de inocentes.


¿ De qué nos sirve el vivir alerta

y acechando señales?


El derramar la sal no anuncia ruina

ni atrae las desgracias

el graznido del cuervo.


Desde antes

que los ojos se abran a la luz,

la suerte ya está echada.


Además, que lo cierto

es que en realidad

no tememos la muerte,

lo que nos amedrenta es el dolor


Y lo que nos espanta es el olvido.


Conocer que seremos solamente

unas cenizas tristes, entregadas

al albur de la brisa.


Y, con algo de suerte,

un puñado de anécdotas.


Trazos a vuela pluma en la memoria

de otros infelices, condenados

a ir desvaneciéndose sobre el trasluz del tiempo.


Para todos nosotros,

porque un día nacimos ya estando desahuciados

son los góspels que entonan los árboles y el viento.


De escarmentados



Vivo para encarnar la ambivalencia.

Corre fuego en  mi sangre y vuelve urgente

que mi piel se convierta en la turgente

imagen de pasión y  vehemencia.


Y a la vez soy la pura quintaesencia

y  sobria exaltación de lo prudente,

sello sobre mis labios , incongruente

llave que cierra mi circunferencia.


Como la carne es débil, los oídos

me tapio y no escucho lo que pide

gritando el corazón arrebatado


Los viejos desamores conocidos

consiguen que el espíritu no olvide

lo mucho que salió ya escarmentado.

Bajel de humo



Qué densidad transpiran los silencios

de  la tarde invernal en que dormito,

perdiéndome en ensueños neblinosos

evocación de antiguas primaveras.


Regresan a llenar cada oquedad

del pecho en estas horas solitarias

los recuerdos de un tiempo en el que aún

incendiaban el aire los aromas .


Hoy  ya conozco el  perfume  acre

a pétalo marchito, cómo apesta

la fe bajo una pátina de herrumbre,

y sé que Enero puede ser perenne...


Por eso he de aferrarme, como un náufrago

a su oración, a mi bajel de humo .

 

martes, 18 de enero de 2022

Bocanada de humo


 

Lo noto,

día a día,

me desmaterializo.


Dejo de estar sujeta a lo concreto,

de ser una entidad reconocible

con forma y nitidez en la consciencia

de los otros.


Yo misma

dudo  si alguna vez habré sido algo más 

que una bocanada

de humo,

dibujando sobre el aire

caprichos sensitivos

que enredados y absortos en su propia emoción

se van difuminando.


Y luego están los vientos de la vida,

prodigio de eficiencia.


A base de mecerme e irme diluyendo,

hoy casi han conseguido hacerme evanescente.


Apenas melodía imperceptible

habitando el silencio,

buscadme en el envés de los suspiros

de seda de la brisa.


O en las zarzas que pueblan las veredas


Soy el rastro de sangre que reluce

en todas sus espinas.