Me desvela
llegar a conocer, oscuro enigma,
tu nombre.
No aquel
con que se te designa en los papeles,
no aquel con que te llaman tus amigos,
ni siquiera
ese que suena a dicha y confitura
en los devotos labios de una madre.
Yo quiero conocer el más anónimo.
Ese que te susurran , sangrándose en aromas,
las flores cuando pasas,
ese que se desliza como un cálamo
sobre tu piel
y eriza tus sentidos
y se va diluyendo suavemente
hasta volverse música y embrujo
sobre el trasluz del aire .
Ese con que figuras
inscrito en los arcanos de lo eterno
y da al que lo conoce
el derecho a adueñarse de tu esencia
Ese que te contiene,
ese que te devana,
ese que te concreta,
ese que te reviste
de ti,
puro y magnífico
en tu autenticidad inestimable.
Ese que te desnuda
de todos tus secretos y te entrega
inerme y asequible
a mi fervor de amante.
Ese que sonará sobre mi boca
lo mismo que el feliz revoloteo
de pájaros que cantan y bendicen
la claridad del alba.
Ese que escanciaré ,letra tras letra
lo mismo que un tributo
de afecto que se ofrenda y a la vez
inclina a regalarse.
Ese que te hará mío .
Y solo mío.
Que solo yo diré,
con voz arrebatada de dulce alondra en celo,
capaz de convocar
a golpe de candor la primavera,
medio minuto antes de entrever ,
envueltos en penumbras y en sudor
los umbrales agónicos del éxtasis.
Cuando existir no pese
y vivir se nos vuelva un resplandor fecundo.
Cuando el mundo se esfume
y adornado de plumas y satén
se entronice el silencio.
Rompera su armonía sosegada
tu nombre,
esa caricia
sutil , igual que el roce
de las alas de un ángel
etérea letanía de amor hecha oración,
que yo he de desgranar ,
solo para tu oído,
apasionadamente infatigable.
Feliz,
enamorada,
agradecida
de vivirlo y contarlo.
Cuando estemos a solas.
Cuando no escuche nadie.
,