jueves, 30 de junio de 2022

Al trasluz

Porqués y cómos,

dudas , que ponen

peso en el alma,

viejos tabúes

bien remachados al adeene,

que son un lastre del raciocinio,

miedos sin nombre...


Cada vez cuesta más sobrellevar

esta pesada cruz de pretender

llegar a conocerse.


Porque el tiempo se acaba,

pero nunca terminan las preguntas

sobre tu estrafalaria condición

de barro sensitivo.


Y mira que lo intentas...


Volverte del revés

y que macere

el Sol tus entretelas más ocultas

y evapore su esencia

y aun así

seguir sintiendo que te queda sombra

de ti que descubrir.


Y ¿cómo sanear

esa casa interior, deshabitada

de inocencia,

que acopia

tanta fragilidad,

tanto secreto

en todos sus rincones?


Poco a poco,

al ritmo estacional e inexorable

que marchita mi piel,

sin pausa,

lo percibo,

mi castillo interior se va desmoronando.


Sobre el polvo

escribo mis patéticos poemas

sobre la rendición al polvo omnipresente

que presiento.


Confío

en que ellos consigan remoler mis reservas,

violentar a placer mi intimidad

y mostrar al trasluz

su verdad al desnudo.


Esa que a duras penas

sobrevive,

temblando,

atrincherada

en las zonas oscuras de mí misma.