domingo, 29 de enero de 2017

Misión


Es esta una misión desmesurada
que te obliga asomarte al hondo abismo
de tu mundo interior y su verismo
   abrazar  neciamente entusiasmada.

Poco importa si acabo  despeñada
por las sendas sinuosas del lirismo,
con tal de conseguirlo, da lo mismo,
 sé que soy sumamente afortunada.

No hay aventura igual, que esta imposible
de intentar traducir el sentimiento
a verso hasta que sea comprensible.

Es tan apasionante
que prometo empeñar  en tal intento
la poca o mucha vida que tenga por delante
















Ha empezado a nevar



Es natural sentir
el peso del temor , cuando la noche
con todos sus espectros nos asalta.

El miedo a mediodía,
con Sol desviviéndose en disipar tinieblas
y en sembrar la esperanza vanamente,
es el que con más fuerza nos perturba
y puede devastarnos.

Menos mal que aún
puedo cerrar los ojos y mirar
como se precipitan las gaviotas
sobre la mar en calma ,
como lame
con su lengua de espuma las arenas ,
mientras que me regala los oídos
esparciendo en el aire su eterna melodía.

Poco importa que afuera sea invierno,
que la luz sea avara,
que el frío nos apremie...

El corazón merece algún respiro
hay que dejarle armar de vez en cuando
una evidencia afable a su medida.

Al fin y al cabo es
esa verdad de dentro lo que cuenta.

Ha empezado a nevar,
en cada copo
la claridad  arranca cien destellos
y preludia el rigor.

Ahora toca
imaginar qué lujo supondría
ser pájaro y tener
un nido que aguardase por nosotros.

Un refugio apacible, tapizado
de tibieza risueña y   blandas plumas.

De ternura y amor inmarcesibles