sábado, 16 de septiembre de 2017

Preguntas


Universos sin fin, constelaciones
que no puedo contar, innumerables
patentes de la vida inacabables
que colonizan todos los rincones.

Un dios oscuro vierte a borbotones
enigmas sobre el mundo, inagotables
prodigios su sangre , inabarcables
en sus rosarios de interrogaciones

Ya todo son preguntas y el motivo
de querer descifrarlos solo solo esta
casualidad bendita de estar vivo.

¿ Qué ? Cómo? ? Cuándo? ¿ Dónde? Atribulada
acaba el alma hallando la respuesta:
No hay ni habrá ninguna... Todo es nada.





Ambición

Cuando la Luna ,exhausta , ya bosteza

busco en tu pecho pródigo de esposo
almohada en la que puedan mi cabeza
y mi alma hallar algún reposo.

Tú me besas los ojos , delicado,
y te inventas la fábula inocente
de una estrella que al cielo le has robado
para que desde hoy su luz me argente.

Yo te digo que no deseo nada,
ya sabes que no peco de ambiciosa.
Para sentirme una mujer colmada.
me suelo conformar con poca cosa:
dormirme entre tus brazos ,tan confiada,
y despertarme en ellos, tan dichosa.

Bendita rendición


Como las duras losas
del arrepentimiento por lo que no sé hizo,
por tantas ilusiones sepultadas
frescas bajo la piedra,
me pesan estos días graníticos y austeros.

La luz ,
que se descubre,
a mis ojos opacos y marchitos
cada vez más ajada
y que me cuenta.
que apenas queda senda por delante,
me abruma y me incomoda.

La noche es el momento
de lucidez y calma en que te niegas
a ti misma el pensar.

Sirve de poco
regresar a otras épocas que fueron,
sin que tu lo advirtieses,
seguramente mucho más felices,
si ahora solo son tristes cenizas
que se van disolviendo en la memoria.

El futuro es un túnel
poblado de tinieblas
y peligros sin nombre ni textura
que llenan de congoja el corazón.

Solo te queda el sueño,
esa bendita
rendición temporal de los sentido,
en la que puede el alma hallar alguna tregua
para olvidar zozobras ,
para espulgar el aire
de temores fantasma y respirar.

Para soñar que llegará esa aurora
en la que cante el pájaro
y otra vez alegre ,descansada
con un hambre inocente
pujante e infinita
de comerte la vida te despiertas.




viernes, 15 de septiembre de 2017

Nada que recordar


Los rostros ya se van desdibujando,
apenas son las sombras que atraviesan
camposantos de niebla en los que pesan
las penas que se van multiplicando.

Las voces son rumores que regresan
desde el envés del tiempo, violentando
la paz del corazón , y aglomerando
sobre el aire suspiros que nos besan.

Ni siquiera nos salvan los aromas,
que ante la noche próxima han huido
como una desbandada de palomas

Nada que recordar deja la vida
solo esa sensación de haber sufrido
y haber sido feliz , que no se olvida.

¿ Alquimista o charlatana?



Voy mezclando los óleos agrisados
de mi vida con otros más vistosos
ya se sabe que así disimulados
resultan mucho menos agraviosos.

¿ Pues quién iba a comprarme los lustrosos
resabios de mi ayer , bien conservados
en vinagre y en sal, ni los mohosos
que en lágrimas quedaron anegados?

Es más fácil vender agua de aurora
y suspiros de brisa , aunque no hay nadie
que sepa lo que son ni de chiripa.

Al fin y al cabo enamorar la hora
presente es lo que cuenta, hasta que irradie
su luz sobre el angor que se disipa.

En mi elixir, no el zumo que consagro
sino la pétrea fe, hará el milagro.





Espejismo


Busque sobre el desierto que es el mundo
un lugar generoso que ofreciera
un momento de calma verdadera
a un corazón cansado y vagabundo

Cuando muerta de sed agonizaba,
y los cuervos seguían mi andadura
vi la luz de un oasis , gloria pura,
que su fresco socorro me ofertaba

Tus labios , esa mezcla de ambrosía
y agua de miel que ansiaban mis despojos,
sal sin sabor , estaban allí mismo.

Pero qué poco dura la alegría
en la casa del pobre, abrí los ojos
y vi que eras solo un espejismo.



Espejito, espejito...


Se me ha vuelto el espejo de repente
mi más leal y mágico  aliado,
me devuelve  un óvalo agraciado
y una tez de color opalescente

 Ha optado por mostrarse más prudente,
acaso temeroso de mi enfado,
o la luz cenital lo ha enajenado
O es que lo limpio poco últimamente...

Puede ser que a caballo de mi historia
me haya agenciado una dioptría
de más y ya no vea la evidencia.

Pero mirarme en él es pura gloria,
que me encuentro más joven cada día.
Pronto me veo en plena adolescencia.

Naufragio interior


Si el mar no fuese azul,
si el mar no fuese ameno y rumoroso,
si el mar no fuese inmenso
y bravo,
e indomable,
nunca sería el mar.

Ni yo habría sentido
esa fascinación que me obligaba
a intentar abarcarlo.

Sonsacarle
a sus ritmos los secretos.
Presentía,
que hay otras orillas más allá de los límites
de mi pequeña y solitaria ínsula,
tendidas a la luz,
doradas y adoradas
por la obsequiosidad del oleaje.

Siendo ,como soy, tierra, cautiva de lo sólido,
de algún modo sabía
que solo al entregarme apasionadamente
a conquistar el agua
podría liberarme.

Y debía intentarlo.

El riesgo era perder
 las cuadernas del alma en el intento.  

Soy una barca vieja, fatigada
de bregar con la brisa
a la que ya no inspiran pasión los oleajes.

Que dice entre suspiros el nombre de su puerto
y recoge sus velas


miércoles, 13 de septiembre de 2017

Dimisión


Hoy renuncio a mi trato con el mundo.

Clausuro mis sentidos,
abandono
mi compromiso de ser testigo fiel
de todo lo que pasa,

Aunque quiero gritar ,
muerdo mis labios,
cierro los ojos
y firmo así una tregua
conmigo misma.

Elijo
ser ciega libremente , pues de nada
sirve observar de frente la crueldad
con las manos lastradas de impotencia.

No oír
todo lo que no sea la música del viento,
purgando sus rumores
de los ayes y llantos que me llegan
desde los cuatro puntos cardinales.

No sentir , revestirme
el corazón de escarcha
para no padecer por las miserias
feroces que adivina
mi sangre al resonar en su oleaje
con la inquietud del agua.
.
Con tal de no abismarme en la congoja,
renuncio hasta a pensar ,
y si es que es necesario
hasta dimito
de mi enojoso oficio de poeta,
que me obliga de forma inexcusable
a hablar con voz de alumbre.

Porque si cuento la verdad, acaso,
¿habrá alguien que tenga el valor de escucharla?

Y para urdir mentiras no me llega
a mí la cobardía.

Todo lo que debiera contar , mejor callarlo.

Cómo se ensaña en hombre contra el hombre,
como ignora
los lamentos del río,
las demandas del aire,
los avisos de la naturaleza
de que a nuestro costado abusador
medra el apocalipsis.

Que el futuro
que con certeza espera a nuestros hijos
es negro y tiene alas

Porque en un mundo lleno de cadáveres
solo los cuervos heredarán la tierra.

En amor y compañía


No te demores más,
no te resistas
a lo que el corazón te está pidiendo,
ven hasta donde estoy sola esperándote
y préstame el cobijo de tus brazos
que empieza a atardecer y siento frío.

Septiembre es tan hermoso...
resplandecen
hasta hacerse irreales los colores
bajo una luz benéfica que desvela a los ojos
el perfil más ligero del paisaje.

Es un lujo poder perder en tiempo
en ver como los pájaros se afanan
en ahuecar sua alas y en disfrutar del último
rayo tibio que dora la alameda.

Y después pasear bajo los árboles
cogidos de la mano
mientras el Sol se pone.

La estación otoñal
suele mostrarse suave y venturosa
con aquellos que acceden a vivirla
en amor y apacible compañía.

martes, 12 de septiembre de 2017

Legado


Quisiera poseer algún tesoro
que fuera intemporal y perdurable
que poderos dejar y que os hable
de lo que yo valoro.

Palabras protectrices
que os sirvan día a día de amuleto
detentar en mi haber , algún secreto
que os permitiese siempre ser felices,

Solo tengo esta clara
voz con la que nací, con la que espanto
cantando la mitad de mis problemas.

Y este don de alfaguara
que la otra mitad transforma en llanto,
lluvia mansa que impregna mis poemas.


Es todo mi legado, dichoso si valida
y es por mí testimonio de amor y fe en la vida.



Mi otro yo


Me estremece sentirte con certeza
siempre apostado ahí. Igual que un gato
que de noche persigue todo el rato
su sombra de lunar naturaleza.

Perder, enardecida de arrebato
el tiempo que no tienes tras la pieza
del puzle que compone en tu cabeza
y hallar la cara oculta del retrato.

Sé que en algún lugar, en los suburbios
de mi yo , mientra finges que dormitas
urdes un aluvión de versos turbios

Y que aún más adentro si me apuras
está el rincón secreto en que confitas
hasta volver arrope todas mis amarguras.

Cabrónidus


No es un lance amatorio un juego de ajedrez,
harás el espantajo
lo mismo si te enrocas con prudencia a destajo
como si haces gala de astucia y brillantez.

Más allá de la anécdota que evoca el latinajo
quién tirará la piedra ,pues ni una sola vez
pecó de estupidez
y no dejó tocarse por amor el badajo.

Quién no bebió su hez,
cabrónidus arriba, cabrónidus abajo,
con tal de que el idilio no vaya bocabajo
y lo que fue vigor se torne flacidez.

Y no es solo que aguantes por pura tozudez,
es que aquel que no ama ,no vive ! Qué carajo!



Celo




Que vivas los minutos de tus días
por guardar del espacio en el que vivo
con celo y devoción las celosías,
es algo que concibo.

Que busques en mis labios en motivo
para creer en las epifanías,
y sea para ti algo adictivo
beber sus ambrosias

Que respires mi aliento
mientras ves por mis ojos, y hasta invoques
al diablo por leerme el pensamiento...

Pero afloja la espita
de la presión a mi alma ,no sofoques
la voz  libre y alegre del ave que me habita.







Sonata y fuga

Saco filo a mi voz y sin reposo
acuchillo la luz, en un exceso
de infinito placer,pues para eso
sin razón me otorgaron su don maravilloso.

Aporreas con furia de poseso
la tersura del aire en un tedioso
ejercicio de hacer un contencioso
la vida , un largo juego de golpe y tentetieso.

Sonata en mi menor, por tus bemoles,
tocada con pasión a cuatro manos
a dúo improvisamos sin pausa cada día.

Quién sabe si olvidando nuestros roles
y mostrándonos frágiles y humanos
al fin escribiríamos de amor la sinfonía.



domingo, 10 de septiembre de 2017

La carcoma


En la quietud perfecta,
frágil, de las mañanas que presumen
de luz hecha embeleso,
mientras que cabriolean y dibujan
encajes de primor y floritura
sobre un manto de nieve inmaculada,
oigo como alborotan
los diminutos pájaros.

Y capto su difuso nerviosismo,
su miedo, su ansiedad,
incluso su alegría desbordada
si alguno desentierra
una pizca de pan , el resto fósil
de antiguas abundancias.

Como ellos
yo también echo en falta las lisonjas
de un tiempo más propicio.

En las ociosas horas dilatadas
de la tarde de un sábado cualquiera
de cielo encapotado
en las que que si respiras
es por no despreciar el don del aire,
consigo, si me esmero,
descifrar el suspiro que se escapa
de las mismas entrañas de la tierra
y reclama su cuota
de humedad redentora, pues comparto
idéntica esperanza.


Luego,
la noche llega,
toda sofoco y lastre ,
con su inmisericorde
procesión de fantasmas y desvelos
y en tan desangelada coyuntura
me aferro al clavo ardiente que me brinda tu voz,
suave me habla
de un pasado que no es el que recuerdo,
de un presente que cuelga en el vacío,
de un futuro cortado a la medida
de tu necesidad.

Yo escucho como el que oye
insólitas palabras extranjeras
y no comprendo nada.

Y el silencio se vuelve más oscuro.

Y crece el frío.

Y ya solo se siente
cómo la soledad medra y carcome
la pulpa más sensible e íntima del alma.