No
sirve para mucho resistirse.
¿ Para qué soportar
¿ Para qué soportar
tanta contienda agónica?
Finalmente no hay
nada
ni
nadie que no ceda.
Hasta
la roca sólida se rinde
a la
terca la insistencia del rigor de la vida
y se
convierte en polvo, hasta que queda
a la
merced de todos los caprichos
de
cualquier elemento,
Acaso
alguna vez,
tan
solo alguna vez , de vez en cuando
sería
conveniente mostrar fragilidad,
romperse,
hacerse
añicos
y
descansar un poco de la lucha
que nos
va corroyendo.
Aunque
tan solo sea
para
tener constancia de si existe ese alguien
cuyas
manos de tacto compasivo
tiemblan
al recoger nuestros pedazos
O solo
nos aguarda la caricia
del
viento cuando llega, puntualmente,
dispuesto
, como debe , a dispersarnos.