miércoles, 11 de enero de 2023

Castilla – La Mancha


 

Castilla, tierra señera

donde pan al pan se llama

y así , sin doblez, proclama

su cualidad de sincera.

Y !Ay, quién el gusto tuviera

de poder catar sus vinos!

que se le harán los caminos

más cortos e interesantes

e incluso verá gigantes

donde no hay más que molinos.


Donde no hay más que molinos,

entre trigal y trigal,

puso una lengua esencial

Dios en labios campesinos.

Esos designios divinos

quisieron que se esparciera

como una sementera

que en América arraigase

y el español se adoptase

como su lengua primera.


Como su lengua primera

la gente de mi heredad

lo habla con sobriedad

porque no es muy jaranera.

Tiene la fama de austera,

con merecida razón,

que aquí no riega un terrón

la lluvia una vez al año,

a nadie resulte extraño

si se escatima el doblón.


Si se escatima el doblón,

en palabras, por su gusto,

gasta, si puede, lo justo,

es parca en conversación.

Luego, si tiene ocasión

te demuestra con acciones

que tiene esos otros dones

sencillos y verdaderos.

que, sin pagarse en dineros,

nos dan más satisfacciones.


Nos dan más satisfacciones

la honradez, la lealtad

o abordar con seriedad

el cumplir obligaciones.

Hago mil celebraciones

en su honor con emoción,

pues nombrar con devoción

mi tierra, el pecho me ensancha,

esa Castilla la Mancha

que llevo en el corazón.

¿ Tempus fugit?


 

¿ Quién dijo que el tiempo pasa?

!Qué va! , no pasa, se queda

contigo, incluso se hospeda

en tu piel ! Menuda guasa....!

Las tetas, como una pasa

el culo, como un camión,

arrugas, a mogollón

las canas, a tutiplén

! Pasa de mí! !Ya está bien,

puto tiempo maricón!!


Puto tiempo maricón,

si a eso se llama pasar,

preferiría apostar

contra tal declinación.

¿ Qué vendrá a continuación?

Es el horror que me asura,

más que perder mi figura,

que, victima de tu ingenio,

llegue yo a perder mi genio

siendo mi caricatura.


Siendo mi caricatura,

sin saber ni a dónde voy,

ni qué quiero, ni quién soy,

quebrada y sin compostura.

No pasa el tiempo, su usura

va arruinando tu persona,

porque el cabrón no perdona.

Su maldad curricular

es que se empeña en pasar

sobre ti. Y que te apisona.

Doble destierro


 


Vivir a ras de suelo

es el destino de los afortunados

que sobreviven al aterrizaje

forzoso de sus sueños, al que a todos

la vida nos condena .


Me sorprende  sentir

que no hay pesar ni duelo,

que solamente queda un estupor difuso

y una leve nostalgia por las plumas.


¿Dónde fueron las alas?


Ni siquiera

conservo cicatrices que señalen

el lugar de la espalda en que estuvieron

fieramente incrustadas.


No recuerdo

lo que era levitar, sentirse ingrávido

conquistador del aire.


El cielo para mí, lo sé, no existe.


Y la tierra me muestra

su rostro más esquivo.


Fueron muchos caminos cuesta arriba,

pero al final lo hice,

me acostumbré a las llagas,

ya ni duelen,

se absortan del rigor de cualquier piedra

los pies.


Lo que me abruma

es no saber a donde van los pasos.


Saber si soy o no

un desterrado, ruin entre los ruines,

al que incluso se niega

el derecho a tener un horizonte


A soñar la conquista,  error a error,

de algún castigo que  me postule eterno.


******** 


Después de claudicar, lo que te toca

es tratar de olvidar.


Y procurar entrar decidido y sonriente

al juego consabido

de espejos y de luces

trucados.


Desvestirse

de la piel desfasada y sus prejuicios


¿ Será ahora posible

cambiarse la osamenta?


Y, más que eso,

resetear el alma,

configurándola según piden los tiempos

difíciles y extraños en que vives.


Y que su arquitectura

pedestre y contrahecha no te espante.



domingo, 8 de enero de 2023

Simulaciones

 


Enrejado diabólico

que con el tiempo crece,

nuestras dudas construyen esa cárcel
en la que, entre preguntas,
nos encerramos a nosotros mismos.

La libertad consiste
en tener la osadía

y el  valor demencial para arrojarse

desde el alto andamiaje de las falsas certezas
que el mundo nos fabrica.


Y simular que vuelas.


Y que eres

insensible al castigo de los golpes

de la realidad.


Inmune a cualquier miedo.

Before the deluge ( Retrato de mujer sin paraguas)


 

Hoy no tenía ganas de salir.


Se me ha ido estrechando

mi zona de confort.


Ya es mi costumbre

vegetar en el limbo,

mirar tras el cristal como pasa la vida

sin apenas rozarme.


Pero sobrevivir exige estos tributos

de inclementes paseos 

bajo un cielo invernal,  en el  que apenas

si se atreve a asomarse algún rebelde

rayo de Sol.


No logro

 habituarme a tener que caminar

 por  calles atestadas

de gente bulliciosa.


Nadie sabe

de qué manera puede

atormentar el corazón del solo

 la intensidad  del eco de las risas,

definición perfecta del sonido 

feliz.


Sentimental,

perturbador.



*******


Alargo

innecesariamente este receso

en el penitenciar, al que te obliga

 cumplir con el prosaico afán manducatorio.


Detrás de los cristales del café,

el mundo es un lugar inhabitable

lleno de gente anónima

- sombras de otros Juan Nadie, como yo- 

que siempre tienen prisa.


Remuevo los terrones lentamente

mientras mi pensamiento reproduce,

una vez y otra vez, 

 rostros, gestos, imágenes,

el qué , el quién , el cómo...

lo identitario  de mi biografía.


Y no puedo evitar ponerme triste.


Como los soliloquios de mi mente,

la cucharilla avanza

en círculos concéntricos.


Igual que la existencia.


Qué castigo divino

más atroz este errar

en eternos caminos circulares.


Es hora de salir

y respirar el aire destemplado

que aplaca el lacrimal.


Fuera empieza a llover.


Y no he cogido

paraguas,

confiando tontamente de nuevo en mi intuición,

 contra el pronóstico

que dio el hombre del tiempo.


Voy a calarme

hasta más misma médula.


Está visto, lo mío

no es ser clarividente...


Otro fracaso más.


La vida sigue.


También a los diluvios,

 si es que llegan,

 tendré que acostumbrarme.