Castilla, tierra señera
donde pan al pan se llama
y así , sin doblez, proclama
su cualidad de sincera.
Y !Ay, quién el gusto tuviera
de poder catar sus vinos!
que se le harán los caminos
más cortos e interesantes
e incluso verá gigantes
donde no hay más que molinos.
Donde no hay más que molinos,
entre trigal y trigal,
puso una lengua esencial
Dios en labios campesinos.
Esos designios divinos
quisieron que se esparciera
como una sementera
que en América arraigase
y el español se adoptase
como su lengua primera.
Como su lengua primera
la gente de mi heredad
lo habla con sobriedad
porque no es muy jaranera.
Tiene la fama de austera,
con merecida razón,
que aquí no riega un terrón
la lluvia una vez al año,
a nadie resulte extraño
si se escatima el doblón.
Si se escatima el doblón,
en palabras, por su gusto,
gasta, si puede, lo justo,
es parca en conversación.
Luego, si tiene ocasión
te demuestra con acciones
que tiene esos otros dones
sencillos y verdaderos.
que, sin pagarse en dineros,
nos dan más satisfacciones.
Nos dan más satisfacciones
la honradez, la lealtad
o abordar con seriedad
el cumplir obligaciones.
Hago mil celebraciones
en su honor con emoción,
pues nombrar con devoción
mi tierra, el pecho me ensancha,
esa Castilla la Mancha
que llevo en el corazón.