miércoles, 28 de junio de 2017

En manada


Nunca,
repito, nunca,
dije de mí que fuese el mítico arquetipo
de nada de otro mundo,
santo y seña ni di ni me pediste
de no traer un saco a las espaldas
lleno de cantos fúnebres y de contradicciones,
de no venir comida
de miserias y hieles ,
de no ser la mayor hija de puta
que alienta bajo el Sol.

Sólo juré deberme a la inefable
devoción por el aire en movimiento,
como de tí acepté por referencia
la inclinación al juego con la luz.

Por otra parte ,no tengo yo la mínima
necesidad de andarme prodigando
en suspiros por páramos de nadie
tras fuegos fatuos carentes de compás.
Para inventarme en músicas me sobra
con aspirar profundo , que la flauta
la traje ya de serie y puede el pecho
hasta la fecha y hora cargar con el tributo
de esa maldición.
Como trastocas,
sin quejas ni alborotos,
en sombras tu materia cuando quieres,
con chasquear la lengua,y te diluyes
en los poros candentes de la noche
y la preñas de enigma
y de magia ritual y la envenenas
con tu fecundidad.

Somos, a nuestro modo, predadores
solitarios, capaces de lo único
y casi satisfechos...

...Pero a veces
también los singulares
aspiran a ser lobos en manada
y venden su alma al diablo y se consuelan
en brazos del engaño .

Sueñan con que las cabe la improbable
felicidad de aullar en compañía




Beso


No sé si lo soñé o si es que acaso
antes ya de nacer, su peregrina
huella tatuó en mi boca una genuina
querencia a su abandono dulce y laso

Un tacto en que el deseo se hace raso,
un olor a elixir de mandarina,
un sabor a pasión y a sal marina
que ofrecen como un bien su don escaso.

No hay embriaguez mejor, no hay otro vino
capaz de arrebatarme hasta el exceso
la voz y el corazón y hacerlos trino.

El aliento de Dios creo que apreso
en el instante mismo en que adivino
la quimera encendida de tu beso.









La noria




Dar vueltas sin parar en una noria,
rumiando en soledad tus emociones
mientras llenas ajenos cangilones...
¿ De qué me sonará a mí la historia?

Del día de mañana y su ilusoria
realidad, la meta que te pones
para no ver del hoy las decepciones,
intentas alcanzar la zanahoria.

Luego llamamos despectivamente
asno, burro, jumento, al buen pollino,
que rebuznando clama ante ese trato...

Resignado, abrazando más silente
de igual modo lo absurdo de tu sino,
puedes reconocerte en su  retrato.


Austeridades



No voy a prodigarme. Austeridades
es todo lo que pienso que me cuadra
en esta hora nona en que taladra
la luz el cascarón de mis verdades.

No hay tiempo de perderse en veleidades
cuando llegan veloces en escuadra,
como feroz jauría que te ladra,
lo clamoroso de tus vaciedades.

Porque todo lo plácido es ficticio,
lo hermoso es en virtud de la ceguera,
y acaba lo festivo siendo un vicio.

Juez y parte me absuelvo y me sentencio
a medrar hacia dentro, a ser la fiera
espina de la flor hecha silencio.












Quinceañera ( XXXV)


Cómo quisiera ser la intrascendente
muchacha quinceañera en la que un día
pusiste tu ilusión ,que prometía
que habría de durar eternamente.

Una ventana abierta a la alegría
brindarte en mi mirada trasparente,
mariposa que en vuelo incandescente
te llevase al país de la utopía.

Pero soy esa desvaída y triste
mujer de niebla que apostó al intento
de subsistir las alas y el candor

La  contra el desánimo  resiste
con fe y con corazón y aún tiene aliento
para seguir hablándote de amor.

En un soneto


En un soneto cabe cualquier cosa.
Puedes cantarle al éxtasis del trino,
capturar sin herir la mariposa,
o exaltar la excelencia de un buen vino.

Espulgar de la vida la espinosa
realidad prosaica,el desatino
cotidiano olvidar y en color rosa
decorar cada piedra del camino.

Amor, humor, dolor, sorpresa , miedo...
todos caben en él, nadie limita
su aforo si no tú y tu imaginario.

Mi pluma le confío, sé que puedo
volar si es que consigo abrir la espita
de su espíritu inquieto y libertario.

Yerma soledad



Un labio no se puede decir sólo.
Para decirse un labio necesita
una boca de miel y agua bendita
que lo absuelva de ser culpa ni dolo.

Mi verso en solitario alcanza el Polo
de la Desolación,me hace exquisita
escultura de sal y aunque me incita
a la música el aire, no tremolo.

La soledad no gesta criaturas
felices en mi vientre, ni mis pechos
complacidos repleta de dulzuras.

Conjuro de la niebla, abracadabra,
convoca extraños verbos contrahechos
que a solas fagocitan mi palabra.




Misas negras


Suplico a Dios que manen mis pezones
leche y anís y que mi vientre sea
tierra de vino y pan, que ama y procrea
como suelen pedir tus oraciones.

Al diablo ruego en negras procesiones
las cenizas que queden de la tea
después que aderezados con su brea
ardan en uno nuestros corazones.

Porque lo mismo dan infierno o cielo,
cualquier eternidad tiene sentido
si se comparte con el ser amado.

Cena en la gloria, almuerzo sobre el suelo...
Nadie le quita al cuerpo lo vivido
Y al alma...! Qué le quiten lo soñado!

Nubes


Su esencia era dar fe
de que existe el azúcar,
de su realidad, que se aferraba
al tacto de los dedos.

¿ Quién no añora las nubes de colores?

Su tiempo de algodón y risa fácil
en que era posible entre las manos
tener cielo y destino.

Yo amaba sobre todo
las rosadas , de aspecto tan traslúcido.

Devoré mi ración con tanta prisa...

Ahora no me queda
más que rumiar recuerdos mientras miro
como las nubes pasan,
siempre grises.

Notificando siempre
Dios sabe qué innombrable tempestad.



lunes, 26 de junio de 2017

Método


Sin orden ni concierto, sin hartura,
sin más,sin ton ni son.
En una inspiración de calentura,
sin premeditación.

Sin rastro de mentira o de impostura,
sin trampa ni cartón.
Sin poder evitar la sangradura,
de todo corazón.

Hablo en ellos del peso existencial,
del hombre, lo que sé...., lo que no entiendo...
...lo sobrenatural.

Porque del escribir
sonetos a granel, he terminado haciendo
la forma más auténtica que tengo de vivir.

Espulgue


De qué modo he de ahogar los manantiales
oscuros que me brotan a deshora
en los que inútilmente se acalora
la carne hecha de barro y aguasales

Quién me puede espulgar la zarzamora,
ansiosa por trepar por pedernales,
quién puede decorarme los nidales
donde nace el helor con tul y aurora

Todo mi mundo gira en tornasoles
alrededor de un tiempo detenido
en las postrimerías de un adviento.

Busco un rastro de luz de caracoles
sobre este víacrucis sin sentido
con que engañar un pálpito irredento.



Irremediable pérdida


El sauce ya no tiende 
su verdor sollozante sobre nuestras cabezas ,
las golondrinas andan extraviadas
porque ya no recuerdan la ruta hacia su nido,
en el jardín la fuente
es un silencio absorto
y las salvias dormitan y nos niegan su olor.

Las cosas,
esas pequeñas cosas,
capaces de esparcir sobre la insulsa
sustancia de la vida
su deliciosa pizca de canela,
su gota de ambrosía inestimable
su pellizco de anís,
poco a poco han ido desvistiéndose
de brillo y ardedura ,
de armonía, de gracia y de frescor.

Y ahora...
¿dónde hallarán los días indistintos
la chispa necesaria que los salve
del tedio y la rutina?

No es porque ha pasado
el tiempo de las mieses
con sus  noches cuajadas de luciérnagas,
ni porque ya no sienta la tersura
del tacto de la hierba acharolada
por la bendita la lluvia
por lo que ya no canta el verderón.

Calla porque que presiente
que en este suma y sigue que conforma
la cuenta de las pérdidas
hay una más sutil e irrevocable.

Calla porque ha olvidado
por qué cantaba antes con tanta vehemencia.











Entrenamiento




Se trata solamente
de sentarse en el margen
a esperar a que pasen los minutos,
a que las horas pasen,
a que la vida pase ante tus ojos
sin roce ni escozor
mientras se va llevando tu vida por delante.

Y aunque tu mirada se empeñe tercamente
en seguir por el cielo las estelas airosas
de las aves de paso
y al corazón lo inunde la nostalgia
por lo que pudo ser,
la carne imita estoica el gesto de las piedras.

Y se va acostumbrando a aceptar sin un duelo
su destino anunciado de silencio y de polvo.

Y a descreer milagros.

Y a rumiar solitud mientras la invade
la clara sensación de obsolescencia.


Singular


Desde siempre me sé cortada al bies,
nacida para ser un esperpento
de alma triste , corazón contento,
y genio poco amigo de clichés.

Soy el cuarto y mitad de lo que ves,
y el doble y algo más de lo que cuento.
Hizo la vida en mí el experimento
de enfatizar silencios y porqués.

Pura contradicción, luz que se sueña
sumida en un negror extraordinario
del que termina haciéndose la dueña.

La singularidad que aceptaría
para olvidar su sino solitario
hombre como animal de compañía.


Amistad, pequeña gran victoria



Qué importa si rodaron
bajo los pies del mundo los pilares del mío,
qué importa
si se quebraron todos mis espejos
en un primer instante
de confusión.

Me has hecho levantar
la mirada a lo alto
y verme en el reflejo de tu mirada limpia
tal como soy.

No es fácil
ver la verdad de frente,
tan desnuda,
pero sirve el dolor ante su patetismo
para apretar los puños y las muelas
y para echar a andar , sabiendo ya que Norte
tan solo existe uno.

Te agradezco el favor,
amigo,
qué importa
si hoy debo forzar mi gesto de arlequín
un poco más,
al límite
del dolor en la mueca.

Me consuela pensar que cuando a solas
grana y se vuelve fértil la tristeza que siento
alguna de sus lágrimas también serán las tuyas.