sábado, 11 de junio de 2022

Canto rodado


 

No nací mineral y desconfío

de que mi carne aguante otra embestida

de la existencia, a golpe y  cortafrío,

por mucho que la tenga encallecida


Si al menos me quedase detenida,

piedra incrustada en piedra, sin que el río

turbulento y voluble de la vida

me siguiese arrastrando a su albedrío...


Pero me toca ser ese rodado

canto fluvial, sufriendo el pulimento

que le brinda cantando la corriente.


Vigor que acabará  domesticado,

convertido en guijarro somnoliento

brillando bajo el agua transparente.


viernes, 10 de junio de 2022

Larga despedida


Debe ser que no está en nuestro adene...

no se puede decir que nadie sea

experto en despedidas


Será porque nos duele demasiado

tener que renunciar

a todos los apegos

y elegimos

abrazar la ignorancia,


Cuántas veces veces

nos hemos despedido sin saberlo...


Esa última vez

que pisaremos con los pies descalzos

sobre la arena húmeda,

que oleremos el mar,

que sentiremos

como la sal inunda nuestros poros

y una esperanza hecha

de espuma inconsistente

desborda el corazón.


Esa última noche

que veremos la Luna junto a alguien

que nos es fatalmente imprescindible,

esa última herida que consiente

el alma encallecida

que le cause una ausencia...


Y luego esta este absurdo

e interminable adiós.


Apenas tiene nada

el mundo que ofrecernos,

poco más que otro sorbo,

algo escaso de aire,

y , sin embargo,

alargamos el rito hasta un punto imposible

que lo hace patético.


No se puede decir que yo haya sido

experta en despedidas,

pero espero aprender a descubrir

cuándo debo callar prudentemente.


Que mi existencia llega a su cuarto menguante

y alejarme sin ruido.


Sabiendo que la vida y su tragicomedia 

seguirán adelante, con gesto indiferente,

 a vueltas con su farsa,

ensoñación

 de belleza y delirio.


 A pesar de que caiga

para mí el telón.


Definitivamente.

 

martes, 7 de junio de 2022

Cordón umbilical


 

Ha sido todo siempre

un irse acomodando.


Apurar los minúsculos

resquicios de la vida

por los que se colaban a tus espacios íntimos

esos rayos de Sol

capaces de animarla

y aprovechar las largas tardes de lluvia y tedio

para tejer saudades.


Ahora lo que toca

es adaptarse a la necesidad

de gestionar lo escaso,

a aceptarte viviendo con los ojos escépticos

y la piel agostada

mientras dentro de ti,

a tu pesar,

cultivas la narcótica semilla

del desapego.


Es fácil,

se trata solamente

de entrecerrar los párpados

y borrar los paisajes,

ideas, sensaciones y recuerdos

que anidan en su envés

como quien funde en negro el fotograma

final de una película...


Solo queda esa hilacha,

tenaz,

que constituye

una especie de insólita atadura,

como un cordón umbilical inverso.


Con qué fuerza me une

a la luz...


Cómo cuesta

cortar esta invisible, sedosa y acerada

hebra fundamental de los afectos.



lunes, 6 de junio de 2022

Enamoramiento


 

Ahora,

en esta edad,

en que según los cánones no escritos

uno ya debería estar de vuelta

de cualquier arrebato de emoción,

el fin he descubierto

lo que es enamorarse.


Sentir la bocanada

de fuego en el estómago

y como se te eriza

la piel

y se te instala

en el alma el deseo

de apresar el instante.


De lograr hacer tuya para siempre

esa pequeña joya que refulge

delante de tus ojos,

la diminuta flor cubierta de rocío,

que al tiritar presagia

su brevedad e inspira

tu devoción hambrienta por lo frágil.


La vida y su belleza,

eso es lo verdaderamente apasionante.