sábado, 6 de agosto de 2022

La voz ahogada


 

Tenedlo por muy cierto,

lo único que tengo hoy  bien seguro

es que habré de cantar.


Canto si estoy alegre,

cuando estoy triste,

canto.


Si estoy en compañía o si estoy sola, 

 si  exulto de ilusión o ando alicaída, 

si estoy desesperada

o aburrida, en la espera

inútil de Godot,

canto.


Desde que tengo

memoria me recuerdo siempre así,

impávida,

cantando.


Como una costumbre ,

como un vicio arraigado carente de maldad,

como la expiación de algún castigo,

o acaso

como una redención.


Como una manera cordial de hacer audible

mi voz, que está famélica

de brisas que la lleven

al extremo del mundo.


Para romper candados ancestrales

que amordazan los labios

y permitirse el lujo de decir

sus deseos veniales sin que ofendan,

de gritar sus verdades sin que agravien,

de contar su dolor sin que incomode.


De pedir equidad sin que moleste.


Canto a pleno pulmón,

este es mi modo

de darle espacio, libertad  y aire 

a esta voz ahogada

en silencios de siglos que me habita.


Canto 

si  es que hoy, por fortuna,

sale Sol.


Si está lloviendo y truena

y se abren los cielos y  caen chuzos de punta, 

por engañar el miedo

con más empeño canto.

En sazón ( Mujer gustosa)



Me miro en los espejos y no me reconozco.


En cambio, cada vez con más frecuencia,

descubro en ellos las cejas de mi abuela

el cutis macilento de mi madre,

la sonrisa torcida de mi abuelo...

tributos que la herencia familiar

con fuerza nos reclama.


¿ Dónde quedaron

las rosadas mejillas,

los gestos descuidados y la sonrisa abierta

de los días vividos antes de que la vida

nos los disciplinara?


Pues habrá que aprender

a vivir sin mirar a los espejos.


A buscar en el fondo

de mí misma la más esplendorosa

y complaciente imagen.


Pero esa luz...

ese fulgor indómito que todavía pugna

por temblar en mis ojos...


Esa luz que retrata

a la mujer curtida en resiliencias

y a punto de sazón.


Esa que sí soy yo.

Íntimamente

madura,

madurada

a placer, golpe a golpe, por el tiempo.


Esa mujer gustosa,

 que tiene tanto gusto en conocerse,

a la que los espejos no retratan.

miércoles, 3 de agosto de 2022

La cara B

Tras las noches insomnes,

las auroras,

por mucho que se empeñen en mostrarse auspiciosas,

al corazón anémico,

le anuncian otro día de horas soporíferas,

en el que seguir sintiéndose vacío y carenciado

y a la vez tan ahíto

de náusea existencial.


Si consiguiera

llegar a vomitarme,

para expulsar así

toda la indiferencia que ha medrado,

en esta especie de agujero oscuro

que hoy por hoy me habita.


Llegamos a ser luz

a expensas de las chispas que a nuestro pedernal

le sacan los pesares .


Me quiero deslumbrante, cegadora,

preñada de aflicciones

de aquellas que le obligan a la entraña

a ser un hervidero de amarguras

y rabias redentoras.


Conque, adelante,vida,

aquí tienes mis tripas expectantes,

empléate en ellas con todo tu talento.


Oblígame a sentir,

aunque a ratos me duela.


No me importa sufrir, acepto que eso es

el canon de vivir...


La cara B de amar a viva piel.


 Sin anestesia.

domingo, 31 de julio de 2022

Ambiciones



Yo soñé estar ahí, dónde parece

que puedes alcanzar cualquier lucero

con alargar la mano y su hechicero

y mágico fulgor te pertenece.


Con la ilusión pueril, que te embravece,

me propuse comerme el mundo entero,

sin pensar que se muestra traicionero

y solo frutos ácidos te ofrece.


Hoy,  a base de darme coscorrones

contra la realidad, ya he aprendido

dónde debo poner mis ambiciones.


En cosechar efectos, que a la vida

revistan de valor y den sentido.

Y en vivir para estar agradecida.